Fundamentos De Antropología Según Ricardo Yepes
Enviado por marianadelavegae • 17 de Julio de 2013 • 2.237 Palabras (9 Páginas) • 1.987 Visitas
“Fundamentos de Antropología según Ricardo Yepes.”
Mariana de la Vega Espinoza
Ricardo Yepes Stork (1953-1996) es conocido como una eminencia de la filosofía y antropología española de finales del siglo XX. A pesar de dejar una escasa pero valiosa colección de publicaciones, logra ayudarnos a pensar, haciendo sencilla y evidente la complejidad de nuestro mundo. Una de éstas publicaciones es “Fundamento de antropología”, en la que busca definir qué y quién es el hombre.
Sostiene la tesis de que las obras humanas son siempre mejorables y trata temas como la constitución psico-física del ser humano, el papel de la técnica, la libertad, las relaciones interpersonales y la vida en sociedad, sexualidad, violencia, cultura, dolor, muerte etc.
A continuación se expondrá el capítulo dos: Lo intelectual y lo sentimental y luego, el capitulo seis: La libertad.
El capitulo dos, tiene como objeto de estudio la vida intelectiva. Respecto a ésta, se alude a un fenómeno externo que nos señala la presencia de la inteligencia: el lenguaje. Desde antaño, éste prodigio ha sido motivo de interés y estudio, tanto así, que en la actualidad se tiende a ver al hombre como “un ente que habla”, capaz de unir el pensamiento y el lenguaje. El lenguaje se podría definir como “un método exclusivamente humano, no instintivo, de comunicar ideas, emociones, y deseos por medio de un sistema de símbolos producidos de manera deliberada”. De manera ilustrativa, se podrían hacer tres amplias diferencias entre el lenguaje humano y el animal.
El lenguaje humano no resulta del instinto, no es cerebralmente localizable, es decir no hay un hemisferio que se encargue de manera exhaustiva de él, sino que es asumida por diversas partes. Es algo cultural, una conversión que debe ser aprendida. El hablar es natural, pero no lo es el lenguaje que se habla.
El lenguaje animal es icónico, es decir tiene una relación simple y directa entre el signo y el mensaje, siendo ésta el resultado de un determinado estado orgánico del individuo. Un símbolo que tiene un significado. En cambio, el lenguaje humano es dígito, en él la relación entre el signo y el mensaje es arbitraria, modificable. El hombre es capaz de captar objetivamente las cosas. El lenguaje humano se vuelve interioridad, tiene un mundo interno. Es capaz de trasmitir más que estados orgánicos por lo que se puede expresar algo que no se siente, haciéndonos capaces de crear ficción, es decir de trascender la situación física inmediata.
El lenguaje del hombre se abre a la posibilidad de expresar el mundo: la riqueza infinita, ilimitada de el. Es un vehículo que sirve para expresar el pensamiento. El pensamiento en la forma del lenguaje. Ya que entender el significado de una palabra es conocer. El significado comprendido de una palabra es conocimiento, y comprender una palabra es saber qué significa, y saber qué significa es saber usarla, es decir emplearla al hablar, por lo tanto, hablar y pensar se dan a la vez, no se puede hablar sin pensar.
Sobre el pensamiento pueden afirmarse que el pensar acontece como operación, y permanece y crece como hábito, haciéndose la división fundamental del conocimiento intelectual. Identificando el pensar que nace como operación como el pensar operativo, y el que permanece, como el que forma lo hábitos intelectuales.
El pensar operativo es episódico, es decir no se conoce con las operaciones más que lo conocido.
Se distinguen tres operaciones del pensar, ordenadas de jerárquica de la inferior a la superior. La primera es la abstracción o simple aprehensión, mediante la cual se obtienen los conceptos. La segunda operación es el juicio, que tiene lugar cuando se reúnen y conectan entre sí los conceptos, dando lugar a las proposiciones. La tercera operación es el razonamiento o razón, y consiste en un encadenamiento de proposiciones, lógicamente conectadas.
Los hábitos del pensamiento que adquirimos después de realizar las operaciones mencionadas son varios. Cabe nombrar los más importantes: la ciencia y la sabiduría, y consisten en hábitos de determinados saberes teóricos (ciencia) o prácticos (acción práctica).
Ahora cabe exponer las características del pensamiento.
Infinitud, ya que no está abierto a una zona determinada de seres, sino a todos. El alcance posible del pensamiento es toda realidad y no hay un pensamiento último del que no se pueda pensar nada más. El pensamiento es inagotable e insaturable. Por lo tanto, en la finitud de cada hombre, hay un principio infinito.
Alteridad. El hombre puede captar la realidad no sólo en relación a su estado orgánico, sino en sí misma, como cosa independiente de él, como algo otro. El pensamiento es capaz de captar lo otro, captar las sustancia.
Mundanidad. Hay un horizonte en el hombre dentro del cuál se pueden captar muchos objetos. El conocimiento intelectual nos abre un mundo, nos permite no percibir los objetos como aislados, sino un ámbito dentro del cuál se encuentran las cosas junto a otras.
Reflexividad. El hombre es capaz de formarse desde sí. La flexibilidad se relaciona con la autoconciencia, con el volverse sobre sí mismo. Ortega y Gasset dice “El Yo es el desde donde se capta la apertura del horizonte”.La inteligencia es reflexiva porque permite advertirnos y descubrirnos a nosotros mismos en medio de nuestro mundo. El yo es la condición de que exista un mundo y que surja frente a él ese paisaje como totalidad. Saberse en medio del mundo es trascender el mero carácter de mundanidad, pues la percepción del propio yo no está en ese horizonte, sino que le da su posibilidad.
Inmaterialidad. Esta característica puede ser entendida a partir de la distinción entre movimientos transitivos y “perfectos”.
Lo primero, hace alusión a las acciones que tienen un objeto externo, que no tienen simultaneidad. El sujeto debe transitar, paso por paso, hacia el fin. Existe una separación temporal entre el medio y el fin. Todo lo materia cabe en esta categoría.
Lo segundo, hace referencia la categoría en la que el acto y el fin se dan de manera simultánea, como el pensamiento.
Unión con la sensibilidad. El pensamiento no funciona al margen de la sensibilidad y del conocimiento sensible. No se piensa nada que antes no haya pasado por los sentidos. Así mismo, existe una proporción entre el órgano que siente y el sentido. Además, el pensamiento no funciona aislado, sino que vuelve a la sensibilidad para referir los pensamientos, a las cosas mismas y los objetos singulares. Es imposible separar la actividad sensible y la del entendimiento.
Universalidad. El pensamiento es capaz de apresar universalmente lo objetos. Capta universales, o sea conceptos
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