Globalizacion Del Poder Publico

GLOBALIZACION DEL PODER PÚBLICO Y HUMANIZACION DE LA POLITICA

Prólogo:

Origen del Estado y de la Sociedad:

Todo Estado está conformado por una asociación de familias que tienden a un bien común, y éste bien es el objeto más importante de esta asociación de tipo política, ya que, como en todas las asociaciones que forma el hombre, sólo hacen lo que les parece bueno. En las familias las bases de las asociaciones son de tipo natural ya que ha creado seres para mandar y otros para obedecer, donde el que está dotado de razón y previsión sea superior, y el que por sus facultades corporales sea capaz de obedecer y cumplir las órdenes, obedezca.

Puesto esto en escena e interviniendo en la introducción desde la política de Aristóteles en la antigüedad responder a la inquietud de cómo funciona una sociedad a partir de la degradación en el contexto actual teniendo en cuenta que al retomar los escritos, filosofías e ideologías de aquel tiempo se posibilita una visión más abierta y critica de acuerdo a la esplendidez del conocimiento adquirido por los grandes filósofos de la antigüedad que no fueron ajenos al tema de la política.

Las familias son quienes conforman el todo que aluce en este caso a San Roque, el todo está siempre por encima de sus partes ya que éstas no tendrían función alguna si no tuvieran una estructura macro que les asignara sus situaciones funcionales. Es pues, de manera lógica, fundamental la posición de ayudar en todos sus problemas internos a la célula de la sociedad que forman redes y el fenómeno conocido como el atrapasueños que en su maya trabajan por enredar la prosperidad económica de una comunidad constituida en primer momento por dificultades que atañen y retrasan el proceso desarrollista de el pueblo San Rocano. Asimilado esto, es posible decidir que impulsando el proceso de acompañamiento a todas las familias fortaleciendo y enriqueciendo sus bases políticas, culturales, morales, sociales, etc. Crecerá el poder político y administrativo de todo San Roque y a su vez el desarrollo zonal en el contexto regional, departamental e incluso nacional. Es solo que, quien se preocupe por estar involucrado en la parte puede fortalecer y acrecentar el desarrollo del todo. (La parte por el todo política de Aristóteles)

La primera asociación se da entre muchas familias, conformando el pueblo, y de la asociación de muchos pueblos, se forma el Estado que llega a su forma última, cuando es capaz de bastarse absolutamente a sí mismo, es decir, que se forma por la necesidad de satisfacer las necesidades de la vida. La formación del Estado es un hecho natural, ya que el hombre es un ser naturalmente sociable, porque no puede bastarse a sí mismo separado del todo como el resto de las partes, siendo aquél que vive fuera de ésta, un ser superior a la especie, o una bestia. Por todo esto, la naturaleza arrastra instintivamente al hombre a la asociación política.

Pensemos a San Roque como un estado formado por la unión de todas las familias distribuidas dentro de su territorio que tienen una estructura solida y además el municipio es capaz de bastarse por sí mismo de acuerdo a las necesidades que surjan dentro del distrito. Si esto pasa de una idea vaga a ser una ideología propia de un administrador publico que lo lanza al conocimiento social e incluso propone acciones y las ejecuta, implicaría el nacimiento de una nueva política que está lejos del conocimiento de los pobladores del municipio sujetos a la tradicionalidad partidaria y a la politiquería: La globalización del poder público. Es decir, si dentro del municipio la economía funciona en completo equilibrio y además procesos turísticos, sociales, morales, humanísticos, deportivos, culturales, democráticos y más; gozará con la posibilidad de mostrarse al mundo y hacer parte de una economía de índole mundial. Pensar en un San Roque competitivo a nivel nacional es sobreponerse a todas las problemáticas acaecidas a lo largo de la historia. No es un logro lejos de alcanzar, es más bien un logro difícil de comprender por nuestra sociedad. El arte de hablar y razonar (hay que exigir a cada uno lo que cada uno puede hacer, la autoridad reposa, en primer término, sobre la razón) son el arma más importante para toda acción política justa y pulcra, además es el poder de convencimiento y de estos dos factores depende el éxito de un hombre para gobernar un pueblo debidamente.

La naturaleza le concede al hombre exclusivamente la palabra, mediante la cual, diferencia el bien del mal y lo justo de lo injusto, siendo esto la principal característica que lo hace distinto de los demás animales. La justicia es una necesidad social, porque el derecho es la regla de la vida para la asociación política, y la decisión de lo justo es lo que constituye al derecho.

De ahí depende el éxito o el fracaso, la confianza al pueblo es la carta magna del administrado público para seguir en su labor política o de lo contrario para ser un gueto social bajo una auto-responsabilidad implícita. Ser consecuente y decisivo hace de un dirigente un hombre sabio y con valores humanos perdidos por el tradicionalismo de la politiquería que reina en San Roque.

Capítulo I

San Roque como micro-Estado y la construcción de nuevos ciudadanos

El distrito o municipio es una comunidad, formada por elementos diferentes y el gobierno de ese municipio, depende de la organización impuesta por todos los miembros que lo conforman.

La obra común de todos los ciudadanos es la prosperidad de su comunidad, sin importar las diferencias de los destinos de sus actos, así, la virtud del ciudadano se refiere exclusivamente a la relativa al estado, pero como este se encuentra revestido de diferentes formas (según el tipo de gobierno que adopte), la virtud del ciudadano no puede ser nunca una, al contrario de la virtud del hombre de bien, que es una y absoluta , entonces, es lícito que la virtud del ciudadano sea distinta que la del hombre privado.

Teniendo en cuenta la república perfecta, donde cada ciudadano debe llenar las funciones que le han sido confiadas, supone que cada uno debe tener una función diferente según su función, con lo que no puede existir identidad entre la virtud cívica, que puede variar según la función que cada uno desempeñe dentro de la república perfecta, y la virtud privada, que tiene que ser única y puede no encontrarse presente en todos los hombres, por lo que a los hombres destinados a ejercer el poder, es preciso educarlos de manera especial.

El buen ciudadano debe poseer las virtudes, tanto de mando (la prudencia), como de súbdito (la obediencia), y contener así la ciencia,

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