HUMANISMO, TÉCNICA Y TECNOLOGÍA

HUMANISMO, TÉCNICA Y TECNOLOGÍA

Introducción

Cuando hablamos de humanismo hacemos referencia al movimiento intelectual surgido en el Renacimiento, con autores como Francesco Petrarca, quienes buscan la antigüedad clásica y el humanismo griego. Conciben al hombre como un ser supremo, que pone su inteligencia y valor superior, al servicio de la fe que le une con su Creador (divinidad). Sin embargo, en éste capítulo, Silva Camarena nos lleva a un viaje corto en la historia para poder desentrañar el significado y origen filosófico de “humanitas”( la confianza en el inmenso poder formador que la filosofía, la poesía y las artes ejercen sobre la personalidad humana), invitándonos a reflexionar sobre la verdadera naturaleza y condición humana, el papel del hombre en la situación actual de deshumanización y la peligrosa relación que tiene por conocer su entorno y transformarlo hasta conseguir satisfacer sus necesidades (humanismo-técnica-tecnología).

Reporte de lectura del ensayo “Humanismo, Técnica y Tecnología parte I y II” de Juan Manuel Silva Camarena. Revista de la FCA No. 197,198, año 2000.

“El hombre es el ser del praxis: el ser de la acción” (Juan Manuel Silva Camarena, 2000), ante esta afirmación podemos inferir que haya una relación entre el ser humano, el conocimiento de su entorno y él cómo puede transformarlo a su beneficio. Pero, ¿es esa relación inevitable?, ¿es beneficiosa o peligrosa?

El autor nos presenta primero el significado de cada concepto, Humanismo, Técnica y

Tecnología, para poder construir la relación que existe entre ellos.

El humanismo, según el renacimiento, es una actitud básica del ser humano a través de la cual volvió su mirada hacia sí mismo después de haber conocido lo que le rodeaba, concediéndole un lugar privilegiado por encima de su propia esencia, reconociendo la superioridad de su ingenio, la belleza de sus obras y la audacia de sus empresas. Todo lo anterior en estrecha vinculación con su creador, Dios. Pero esa idea es errónea pues el hombre no sólo mantiene estrecha relación con la divinidad, pues su naturaleza le permite vincularse con consigo mismo, con Dios, con el prójimo y con lo natural. De esta interacción surge la necesidad del hombre para convertirse en un verdadero ser humano, no sólo un ser viviente que come, sueña y se reproduce si no como un ser en busca de la verdad.

Para conocer la verdad, el hombre lo hace mediante la ciencia, pero la ciencia no puede hacer ese conocimiento aplicable pues la ciencia sólo produce saber, para ello, necesita de otro factor: la Técnica. La Técnica es la respuesta a la necesidad del hombre por transformar su entorno para beneficio de él, es decir, primero el hombre conoce las cosas y la razón de las cosas, para después, generar eventos que supongan un beneficio. El ser humano hace cosas con las cosas y consigo mismo, es así como se hace un nudo entre el humanismo y la tecnología. El humanismo supone al arte, la ciencia, el conocimiento, el saber pensar, mientras que la técnica es la manera en que llevamos a la práctica las teorías otorgadas por la ciencia y las artes.

Pero, ¿es un atributo del hombre poder transformar su entorno a su beneficio?, ¿esa necesidad de llevar el conocimiento a la práctica nos está deshumanizando? En la antigua Grecia se esperaba dar la razón de lo que son las cosas, después, averiguar que hacer con las cosas para manejarlas y conseguir beneficiarnos de ellas con razón práctica (procedimientos técnicos y no de la razón moral). (Juan Manuel Silva Camarena,

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