Hans Kelsen
Enviado por sandraguerrero • 11 de Septiembre de 2013 • 1.984 Palabras (8 Páginas) • 261 Visitas
¿Qué es la Justicia? de Hans Kelsen
Todo depende de la perspectiva
Por Valeria Meléndez Peralta *
El hombre justo no es el que no comete ninguna injusticia,
sino el que, pudiendo ser injusto, no quiere serlo.
Menandro
Como lo cita el griego autor del El Misántropo, el concepto de justicia no se remite únicamente al hecho de seguir las reglas morales al pie de la letra. La justicia va más allá, pues implica se crear un acto de conciencia donde a pesar de que esté al alcance de cualquier individuo cometer actos que atenten contra las garantías individuales de los demás decida no hacerlo.
Sin embargo, no se puede establecer una noción de justicia en unas cuantas líneas, tal como lo han demostrado Kant, Aristóteles, Platón y el mismo Hans Kelsen, quienes han intentado conceptualizar a la justicia no sólo para las páginas de los diccionarios, sino para brindar una aportación significativa al sistema social.
En ¿Qué es la justicia? Hans Kelsen explica el término desde muchas perspectivas: a partir del establecimiento del valor supremo que implica una jerarquización de valores; de acuerdo a la metafísica, colocando a Dios como punto medular; desde el racionalismo (o pseudo racionalismo como lo llama); con una visión filosófica (bien absoluto) y partiendo de la dialéctica aristoteliana; en su búsqueda también toca el “imperativo categórico” de Kant y la ética de Aristóteles…
Capítulo I- Cuando la justicia es felicidad
“El anhelo de justicia es el eterno anhelo del hombre de la felicidad”[1], menciona Kelsen. Es evidente que al hablar de justicia, no sólo se está haciendo referencia a un estado de equidad, sino también a una felicidad que, por supuesto, garantice el orden social. Sin embargo, la pregunta en cuestión aquí será ¿Es posible dar a todos felicidad por igual?
Platón menciona que “sólo el justo es feliz y es desdichado el injusto”. Pese a ello, al hacer una reflexión profunda al respecto, entonces seria necesario decir que los familiares de los jóvenes muertos recientemente en Cd. Juárez, al obtener justicia por los asesinatos de sus hijos, serían felices y el daño sería reparado. De igual modo, los culpables del delito, serían castigados justamente, por lo que serían personas justas y felices.
El hecho a rescatar es que no puede existir un orden social justo que garantice la felicidad de todos, ya que generalmente la felicidad de uno modificará la felicidad de otro: al hablar de felicidad también es necesario hablar de subjetividad. Un acto de orden social, no garantiza la felicidad.
El problema no sólo radica en la definición de justicia, sino en saber cuál o cuáles son los valores que integran la definición, tal como lo marca Kelsen: es un problema de valores. La cuestión ahora a resolver, es que si la felicidad no es el camino para definir la justicia, entonces ¿Cuál es?
Capítulo 2- ¿Cuál es el valor supremo de la justicia?
En la justicia se hallan
representadas todas las virtudes.
Teognis de Megara
Según, Teognis de Megara, en la justicia se encuentran inmersas todas las demás virtudes. Sin embargo, ¿cuál de ellas será la que represente más adecuadamente a la justicia?
Como lo explica Kelsen “La vida humana, la vida de cada quien, constituye el valor supremo”[2] hecho que está claramente apoyado por las instituciones religiosas en la actualidad, cuando éstas se proclaman en contra del aborto, según declaraciones recientes del arzobispo de Guadalajara: “…en asuntos meramente políticos no nos metemos, sino en lo relativo a propuestas de carácter moral, porque eso sí nos corresponde; por ejemplo, el aborto, el divorcio y el matrimonio de personas del mismo sexo. No estamos haciendo más que garantizar la vida humana”.[3]
Para otros grupos, la justicia se basa en el interés y en el honor de una nación. Por lo tanto, “cuantos sigan esta teoría están obligados a sacrificar su vida y a matar en caso de guerra a los enemigos de la nación”[4], idea contraria a la del postulado del párrafo anterior.
En otros casos donde la libertad, será el valor esencial, mientras que en otros se postula que la seguridad, es tan sólo un anhelo como en el ejemplo anterior en Cd. Juárez.
Entonces, sino hay acuerdo, y resulta imposible decidirse de manera científico- racional por cualquiera de estos juicios, el valor supremo de la justicia resulta no ser ninguno de los anteriores, sino aquel que, como menciona Kelsen, esté a cargo de nuestra conciencia, de lo emocional, es decir, se trata de un juicio subjetivo dependiendo de la herencia cultural.
Capítulo 3- Una justificación a la conducta humana
Establecido ya que no se puede consensuar respecto a un valor supremo de la justicia, entonces, ¿cómo se pueden explicar a los actos humanos? En un principio, “dado que el hombre, en una u otra medida, es un ser de razón, intenta racionalmente, es decir, por medio de la función de su entendimiento, justificar una conducta”[5]
Sin embargo, el hecho aquí es que los actos humanos, se refieren a hechos sociales, entonces, ¿cómo saber lo justo? Por ejemplo, cuando una mujer decide que le practiquen un aborto, puesto que el embarazo es producto de una violación, sabe de antemano que tratará de privar de su derecho a la vida a un ser, por lo que entra en juego el problema de la moral y la justicia.
En el caso anterior, también habría que tomar en cuenta que la mujer no fue culpable de ninguna forma por el embarazo y, por ende, tiene el derecho a seguir con su vida como ella lo decida, es entonces cuando “la justificación de una conducta humana como medio apropiado para el logro de un fin dado, cualquiera que sea, es un justificar condicional: depende de que el fin propuesto esté justificado o no”[6]. El fin puede justificarse, pero siempre de manera relativa y depende del contexto del contexto de la situación particular, como sucede también en la democracia.
Sin embargo, y pese a ello, el ser humano, no se contenta con una justificación parcial de los hechos; por ello, recurre
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