ILUSTRACIÓN V/S EDUCACIÓN PROHIBIDA

COMO LA ILUSTRACIÓN PROFUNDIZÓ LA IDEA:

“LA EDUCACIÓN ESTÁ PROHIBIDA”

¡QUE EL EDUCAR SEA UN EDUQUEMOSNOS!

MANUEL ANDRADE VEROIZA

Parte I

“Siempre recuento una historia en el que el profesor de filosofía nos hablaba de una caverna donde habían un grupo de hombres prisioneros de nacimiento atadas a una silla en una cueva solo tenían vista a las sombras, unas figuras manipuladas movidas de tal manera que reflejaran figuras en la oscuridad, liberaron a uno de los hombres, como se a de sentir en el exterior si a estado toda su vida encerrado. Pero no cabe duda de la necesidad del hombre de regresar y contar todo lo que había visto”. (La Educación Prohibida, 2012)

En el presente trabajo pretende basar su síntesis fundamentalmente sobre la idea de el “Mito de la Caverna”, mito con el que Platón describe nuestra situación respecto del conocimiento: al igual que los prisioneros de la caverna que sólo ven las sombras de los objetos, nosotros vivimos en la ignorancia cuando nuestras preocupaciones se refieren al mundo que se ofrece a los sentidos.

Extrapolando la caverna a la sala de clases, podemos identificar las similitudes existentes, como por ejemplo: los hombres de la caverna con los alumnos, sala - caverna, sombras – materias e incluso los profesores con el fuego que provoca las sombras. Esto en su conjunto y parafraseando a Platón, responde a que inmersos en ese contexto, es imposible el acceso al conocimiento.

Dejemos el mundo antiguo por un instante y trasladémonos al tan aplaudido hasta hoy, siglo de las luces; aquí florece nuevamente la idea de “liberar” a hombres y mujeres por medio del conocimiento que nos entregará la señora educación. Veamos que nos plantea un escritor y filósofo de la época, Jean Jacques Rousseau.

Rousseau contribuyó a la formación o configuración de una nueva pedagogía, principalmente en “Emilio o De la educación” (1762), pero también en el “Discurso sobre el origen de la desigualdad entre los hombres” (1754) y en “El contrato social” (1762). Rousseau consideró que en el mundo que se estaba configurando, los hombres deberían abandonar su papel de siervos para convertirse en ciudadanos libres, dueños de su destino y poseedores de la soberanía.

Al igual que Aristóteles, Rousseau consideraba que la educación era el camino

idóneo para formar ciudadanos libres, conscientes de sus derechos y deberes, en el nuevo mundo que se estaba gestando. Pero se dio cuenta de que el sistema educativo imperante era incapaz de llevar a cabo esta labor. Consecuentemente, en su obra “Emilio”, define los nuevos fundamentos para una pedagogía renovada, acorde a los nuevos tiempos.

“Emilio” es el resultado de la revisión de la pedagogía tradicional desde la óptica

renovadora del pensamiento de la Ilustración. Establece las características de la

educación para una sociedad integrada por ciudadanos libres, que participan y deliberan sobre la organización de la comunidad y los asuntos públicos. Las ideas centrales de Rousseau son una respuesta a la necesidad de formar un nuevo hombre para una nueva sociedad.

Pero estas ideas tan revolucionarias que derribarían los muros del oscurantismo ¿Estarían contempladas para la totalidad de los hombres y mujeres de la época, o los luminosos destellos de las ideas ayudaban a enceguecer a hombres y mujeres contemporáneos y futuros para elaborar una nueva forma de dominación mediante el prometedor discurso de libertad?

Desde nuestro prisma,

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