Ideas de la naturaleza humana

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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CÁTOLICA DEL ECUADOR

Gabriela Heredia

Quito, 19 de oct.-17

Del alma a la mente: Las leyes de la naturaleza humana

Peter Watson en el capítulo 26 de su libro Ideas: Historia intelectual de la Humanidad nos da a conocer sobre la búsqueda y los procesos que varios personajes importantes de Europa  realizaron para llegar a tener un concepto acerca de las leyes de la naturaleza humana.

En este ensayo me voy a centrar en John Locke. Él daba por sentado que la mente sí contenía ciertas facultades innatas, como la capacidad de reflexión. Sin embargo la preeminencia que Locke concedía a la experiencia (en oposición a los saberes innatos) lo llevó a pensar que la creencia es relativa a la experiencia. Esto quiere decir que la experiencia del mundo físico proporciona sensaciones que nos permiten reflexionar y analizar, para poder formar nuestras ideas. Nuestros sentidos, que tienen trato con objetos sensibles particulares transmiten a la mente "percepciones" de cosas, según los variados modos en que son afectados por los objetos. Esta representación es lo que Locke llama "idea de sensación", fenómeno pasivo, considerándola como la fuente donde "se origina el mayor número de las ideas que tenemos". La experiencia y la reflexión son las principales fuentes de conocimiento, de donde parten todas las ideas que tenemos o podemos tener de manera natural.

Podemos resumir esto en que la experiencia es la base de nuestro conocimiento y que las sensaciones a través de los sentidos nos permiten crear nuestras propias ideas.

Su visión y análisis eran tan novedosos que creó una nueva forma de ver el mundo. Este cambio se reflejó en el hecho de que hablar del alma se volvió vergonzoso y el concepto se reemplazó por la noción de mente.

Es importante saber que en algunos casos el término “alma” es relacionado con lo Divino, un espíritu o un Dios. Es por esto que en el siglo XVII existieron varias controversias con el concepto que se le dio al alma. Un claro ejemplo es la noción de Nicholas  Malebranche, consideraba que un Dios actuaba a través del alma para crear las ideas innatas y la motivación.

En la tradición cristiana el alma se asimiló a la idea de salvación ultraterrena, pero todo concepto vinculado al mundo religioso carece de pruebas objetivas, por lo tanto desde un punto de vista científico, el alma no existe, ya que no hay estudios que lo demuestre. Sin embargo existen conceptos de alma que están vinculados con la noción de mente por ejemplo: Aristóteles la definió como “determinada realización y comprensión de aquello que posee la posibilidad de ser / realizado”. En este sentido aristotélico, el alma o psiquis, se refiere a la función del sistema nervioso y del cerebro de los animales y el hombre.

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