Instituciones atipicas

Instituciones atípicas

Estado Islámico

En el mundo del Islam, el Estado es un tema central. Desde sus inicios hasta su constitución actual, ese tipo de Estado sigue siendo una fuente de continuas controversias. A lo largo de la historia del Islam se observa una lucha entre el ideal y la realidad, un intento constante por lograr la obediencia y la sumisión de la vida social e individual al mensaje revelado por el Corán.

    En el islam encontramos dos grandes corrientes: sunnitas y shiítas. Ambas han buscado interpretar la doctrina islámica. El Corán tiene los elementos fundamentales del pensamiento político sunita, como lo interpretaron los juristas; donde el ser humano fue creado para cumplir el propósito de sujetarse a la voluntad de Dios.

    Para los shiítas, Dios es el origen de todo poder, y es soberano sobre toda la creación. El príncipe y su autoridad derivan directamente de Dios, su poder se concibe como absoluto y sin límites. La teoría política clásica es una explicación del Corán y la sunna. El punto centrales que toda soberanía, poder y autoridad pertenece a Dios.

    Aunque la riqueza petrolífera de la región que abarca a los países

islámicos, algunos de ellos han preferido por acogerse a la protección militar de EUA.  Hasta nuestros días, el Estado y la mayoría de los gobiernos islámicos de ipso han actuado de una manera similar a la de los gobiernos seculares de occidente. Esta manera de conducirse del Estado islámico sigue constituyendo una de las tensiones más grandes dentro del islam, por la brecha que ha creado entre el ideal y la realidad.

Estados africanos

En su mayoría, los Estados de este continente has sido ejemplos de formaciones pluriétnicas que reagrupan a comunidades con orígenes, historia, y a veces, con estructuras diferentes, aunque haya existido un proceso de asimilación deliberado o involuntario en el núcleo  dirigente. El Estado desempeñó un papel muy importante en la reproducción étnica, en aspectos como la distribución de la tierra y el espacio étnico, y también en cuanto al modo de trabajo, como

medio para ocultar la formación de nuevas clases y sus alianzas externa e internas.

    En África, el Estado es el centro de los problemas políticos, ideológicos, económicos, sociales, culturales y también de los conflictos de que tienen que ver con la violencia, la dominación, el desarrollo, la reproducción de clases y los grupos sociales, por consiguiente étnicos. Los países africanos aún dependen de las potencias colonizadoras para establecer sus relaciones económicas con el exterior. África no ha conocido un desarrollo capitalista, sin embargo, participa indudablemente en el juego capitalista, puesto que sus estructuras tradicionales fueron desarticuladas, se fomentaron y consolidaron otras de tipo capitalista y el establecimiento de una burguesía. Las relaciones sociales capitalistas fueron introducidas a la fuerza en el continente.

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