Interpretación en Arqueología La Cueva de los Sueños Olvidados

Interpretación en Arqueología                                                      

La Cueva de los Sueños Olvidados

La Prehistoria, ese largo periodo de existencia de la humanidad de la que carecemos de documentación escrita ha suscitado que los arqueólogos e historiadores, junto con otras disciplinas hayan reconstruido e interpretado la historia de los primeros hombres a través de los restos materiales, permitiendo una aproximación a conocer la forma de vida de las sociedades del pasado.

Con todo ello, uno de los testimonios más importantes que nos legaron y que se conservan es su “arte”. Este último término tiene un carácter anacrónico, pues no podemos atribuir tal denominación ya que la intencionalidad de las representaciones que estos humanos plasmaban en las paredes de las cuevas no se corresponde con una intencionalidad “estética” tal y como la conocemos hoy en día.

Estas representaciones están estrechamente ligadas con las formas y condiciones de vida de las primeras sociedades. Se establecen así aspectos diferenciadores según la cronología atribuida a ellas. Las primeras manifestaciones conocidas aparecen en el Paleolítico Superior, coincidiendo con la última gran glaciación. La vida entonces debió caracterizarse por una continua lucha contra un medio hostil que obligaba a realizar continuos desplazamientos y establecer las cuevas como hábitat, cuyas paredes, además de resguardar, sirvieron también como lienzo.   [pic 1]

Así, las manifestaciones “artísticas” de los primeros cazadores recolectores están dominadas por el naturalismo, representándose fundamentalmente animales y signos, sin apenas aparecer la figura humana. Cronológicamente, este “arte” alcanza su plenitud durante el Magdaleniense (13.500-8.500 a.C.). Sin embargo, diversas investigaciones demuestran ejemplos de pinturas llenas de madurez realizadas en torno al 30.000 a.C., como son las descubiertas en 1994 en la Cueva de Chauvet.

Es interesante conectar el pasado y el presente si ponemos atención en algunos aspectos. ¿Con qué finalidad representaban estas figuras? ¿Con qué finalidad tomamos hoy en día fotografías? Esta relación se hace a partir de la intencionalidad, que no es otra que dejar constancia mediante testimonios gráficos de las vivencias, para poder transportarnos a un momento del pasado.

El tema fundamental de las pinturas de la Cueva de Chauvet son los animales. Son numerosas las hipótesis que establecen una relación entre los animales representados y los que el hombre del paleolítico cazaba para alimentarse, sin embargo, en muchos casos no corresponden con los restos de caza que se han encontrado en los yacimientos. La mayoría de estas pinturas son de carácter naturalista, mostrando a los animales de perfil o con perspectivas especiales que les confieren características que las hacen profundamente vívidas. Uno de los aspectos que más llaman la atención es cómo supieron aprovechar las irregularidades, protuberancias y fisuras de la roca para acrecentar estas características y dotar a estas pinturas murales de más veracidad.

A día de hoy aún es difícil establecer una función y significado concretos de estas representaciones. Una de las interpretaciones más generalizadas son las basadas en estudios comparativos con tribus primitivas actuales, que ha establecido motivos rituales. [pic 2]

El animal era para el hombre del Paleolítico fuente de alimento y objeto de culto, por lo que mediante la representación de estas imágenes podrían tener la intención propiciar la caza.

De la misma manera, estas imágenes también pueden interpretarse como ritos de fertilidad, que tenían como objetivo favorecer el aumento de las especies, incluida la humana. Una de las representaciones en Chauvet es la de animales yuxtapuestos, que según algunas teorías corresponderían la representación de lo femenino y de lo masculino.

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