Introduccion Del Dicurso

como se la define, el que un niño mande a un anciano, que un imbécil conduzca a un sabio y que un puñado de gentes rebose de superfluidades mientras la multitud hambrienta carezca de lo necesario”.

Reflexión personal: A pesar de que por interés propio los seres humanos siempre deseamos tener una propiedad nuestra, admiramos y anhelamos como algo ideal las comunidades indígenas en las que se vive un comunismo participativo, incluso los cristianos con aquello de los Hechos de los Apóstoles de que: “lo tenían todo en común” han puesto este ideal en el corazón de los creyentes, en especial de los que vivimos la vida religiosa. Repercutió muy profundo en mi mente esta percepción de que el origen del poder fue fruto de la necesidad de conservar la propiedad, pues entonces no se explica que los países con régimen comunistas sigan haciendo uso del poder, incluso llegando a la arbitrariedad y anarquía. Me da el deseo de viajar en el tiempo y decirle a esos primitivos que no hay cosa peor que lo que ellos decidieron, el delegar el poder en personas que siempre por ser personas procurarán su propio beneficio y la conservación de su propiedad. E aquí que me surge a mí la admiración: Rouseau dedica este opúsculo a los magistrados y ciudad de Ginebra, pero sin embargo expresa en él su inconformidad con que los seres humanos hayan deseado dejar su condición natural por la de prácticamente unos esclavos voluntarios. ¡Ojala pudiéramos volver a la igualdad natural!

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