Invisible
Enviado por • 16 de Julio de 2014 • 417 Palabras (2 Páginas) • 241 Visitas
CREO EN LO INVISIBLE
Creo en lo invisible, en los umbrales
y el eco de las palabras.
Creo en Dios más allá de nosotros, en una gran poltrona,
zumbado al descanso luego de labores indecibles,
omisiones y jugarretas.
Creo en los rostros que miro,
en la última risa
y en la última lágrima que se sabe no existirán jamás.
Creo en tus pensamientos, mundo,
capaz de ponernos a bailar en algún bosque
con fuegos pirotécnicos, pólvora y metralla
y buscar vísceras de niños en Palestina
o volar confundidos con nubes y átomos
que calcinen nuestra historia.
Creo en lo invisible capaz de ganar mi carrera de lo visible.
CREO EN LO INVISIBLE
Creo en lo invisible, en los umbrales
y el eco de las palabras.
Creo en Dios más allá de nosotros, en una gran poltrona,
zumbado al descanso luego de labores indecibles,
omisiones y jugarretas.
Creo en los rostros que miro,
en la última risa
y en la última lágrima que se sabe no existirán jamás.
Creo en tus pensamientos, mundo,
capaz de ponernos a bailar en algún bosque
con fuegos pirotécnicos, pólvora y metralla
y buscar vísceras de niños en Palestina
o volar confundidos con nubes y átomos
que calcinen nuestra historia.
Creo en lo invisible capaz de ganar mi carrera de lo visible.
CREO EN LO INVISIBLE
Creo en lo invisible, en los umbrales
y el eco de las palabras.
Creo en Dios más allá de nosotros, en una gran poltrona,
zumbado al descanso luego de labores indecibles,
omisiones y jugarretas.
Creo en los rostros que miro,
en la última risa
y en la última lágrima que se sabe no existirán jamás.
Creo en tus pensamientos, mundo,
capaz de ponernos a bailar en algún bosque
con fuegos pirotécnicos, pólvora y metralla
y buscar vísceras de niños en Palestina
o volar confundidos con nubes y átomos
que calcinen nuestra historia.
Creo en lo invisible capaz de ganar mi carrera de lo visible.
CREO EN LO INVISIBLE
Creo en lo invisible, en los umbrales
y el eco de las palabras.
Creo en Dios más allá de nosotros, en una gran poltrona,
zumbado al descanso luego de labores indecibles,
omisiones y jugarretas.
Creo en los rostros que miro,
en la última risa
y en la última lágrima que se sabe no existirán jamás.
Creo en tus pensamientos, mundo,
capaz de ponernos a bailar en algún bosque
con fuegos pirotécnicos, pólvora y metralla
y buscar vísceras de niños en Palestina
o volar
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