Julio Pino

Mi querido Julio Pino

Tu y yo buscándonos sin saberlo, haciendo y creando innumerables Situaciones para encontrarnos, creando nexos sin saber que eran para el otro; tan cerca siempre, tan presentes en nuestras mentes pero a la vez tan lejos, dos cargas opuestas buscando lo mismo, siempre añorando por fin algún día encontrarse, jugar un poco con las cartas del destino, cambiando las malas circunstancias teniendo fe en las buenas, sabiendo sin saber que estabamos ahí el uno para el otro.

Mi Julio desde muy pequeño le interesó el arte, como también le encantaba el aroma de un dulce abrazo, el roce de unas manos femeninas, una mirada coqueta en algún momento desafortunado, un cigarrillo para comenzar y otro para terminar el día, los amaneceres y contemplar algún hermoso atardecer. Mi querido Julio estuvo siempre acostumbrado a dejar su talento en el escenario y su amor por el teatro , crecer en cada mirada y en cada paso en las calles bohemias de la ciudad.

Contigo aprendí a conformarme con las cosas simples… despertar de un hermoso sueño, mirar el cielo, pensar en los buenos momentos intentando cambiar y borrar los no deseados, exprimir las mas ricas naranjas por las mañanas y prepararme para una que otra lectura para empezar el día, salir a agradecer la lluvia y esperar ese aroma a tierra mojada mirando el arcoiris. Sentarme en mi sofá blanco a ver una buena película francesa anhelando aprender por fin el idioma…

Ahora que partiste estes en un gran escenario, te recordaré por siempre Espero que desaparezca el vacío y el mal gusto de la tristeza de la boca. Y para terminar sé que nunca te dije que cuando te conocí mi café tuvo sabor a anhelo.

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