Koyre, Del mundo cerrado al universo infinito
Enviado por Antonio Ci • 30 de Junio de 2022 • Síntesis • 1.303 Palabras (6 Páginas) • 138 Visitas
Del mundo cerrado al universo infinito
(Síntesis)
Ciertamente, el infinito no se
puede mover o atravesar.
-Koyré
Koyré nos presenta un libro en el que nos muestra el cambio radical y gradual que fue llevando el ser humano respecto a su concepción del universo. Un viaje metafísico a treves del pensamiento y las aportaciones esenciales que hoy forman parte de la historia científica, filosófica y cultural del ser humano.
Copérnico fue uno de esos hombres de los que Koyré nos quiere hablar, presenta un cambio radical respecto a la cultura de cosmología contemporánea a él que estaba marcado por Platón, Aristóteles y Ptolomeo, una cosmología que vista en retrospectiva era bastante rara, unos planos de un universo de dimensiones limitadas, y un centralismo basado en la tierra, un límite que valga la redundancia se basaba en las limitaciones del planeta tierra. Copérnico logró quitar la concepción de la tierra como el centro del universo, esto permitió que se dieran los primeros pasos hacia la concepción de un universo infinito como lo conocemos hoy en día la mayoría de personas.
Las obras de Copérnico llevaron junto consigo una corriente de escepticismo, cosa que era un claro reflejo y consecuencia de las ideas que se estaban popularizando, esto porque la concepción teológica del universo era la que regía por norma general. En todo caso defendió la infinitud del universo, pero prefirió que la demostración quedara como como trabajo para los filósofos, siendo un trabajo que se considera metafísico el definir si el universo tiene o no un límite. Lo anterior fue alentado debido a que rechaza la limitación de Aristóteles respecto al universo, sin embargo, sucede que Copérnico:
nunca nos dice que el mundo visible, el mundo de las estrellas fijas, sea infinito, sino tan sólo que es inmedible (immensum), es decir, resulta tan grande que no sólo es que la Tierra sea «como un punto» comparada con los cielos (cosa que, por cierto, ya había afirmado Ptolomeo), sino que además también se puede decir lo mismo respecto a toda la órbita de la trayectoria anual de la Tierra en torno al Sol. (Koyré 35)
Justo la afirmación anterior nos invita a:
[…] admitir los elementos de juicio: el mundo de Copérnico es finito. Además, parece psicológicamente muy normal que la persona que dio el primer paso, el de detener el movimiento de la esfera de las estrellas fijas, dudase antes de dar el segundo, consistente en disolverla en un espacio sin límites. Bastante era para un hombre solo mover la Tierra y ensanchar el mundo hasta hacerlo inmensurable (immensum); pedirle que lo hiciese infinito sería claramente pedirle demasiado. (Koyré 36)
Es entonces que Copérnico representó una reforma y cambio radical a la concepción del universo, plantando las raíces de lo que sería una ruptura a los argumentos en contra de la concepción de un universo infinito. Es curioso que para muchos fue Giordano Bruno el primero en romper la tradición del mundo cerrado, en realidad puede ser cierto o no, aunque todo apunta a que en realidad “Thomas Digges fue el primer copernicano que sustituyó la concepción de su maestro, la de un mundo cerrado, por la de un mundo abierto, introduciendo algunas adiciones sorprendentes.” (Koyré 38) Sin embargo Thomas Digges tenía una concepción bastante teológica del universo por lo cual estamos bastantes alejados de su interpretación estructural del espacio, es entonces que “fue Bruno quien nos ha presentado por vez primera el esquema o el boceto de la cosmología dominante durante los dos últimos siglos.” (Koyré 40)
Es importante entonces ahora reconocer la labor de Giordano Bruno por descentralizar aquel ego que permeaba la concepción de un universo donde la tierra era el centro:
Aunque los elementos de la nueva cosmografía hubiesen encontrado temprana expresión en diversos lugares, hemos de considerar a Giordano Bruno como el principal representante de la doctrina del universo descentralizado, infinito e infinitamente poblado, ya que no solo predicó tal cosa por el occidente europeo con el fervor de un misionero, sino que además fue el primero en enunciar plenamente las bases que iban a permitir su aceptación por el público general. (Koyré 42)
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