LA AUTODISCIPLINA SEGÚN ARISTÓTELES

Resolución práctica en parejas

LA AUTODISCIPLINA SEGÚN ARISTÓTELES

La virtud es pues de dos clases, intelectual y oral, por lo tanto la virtud intelectual nace y se desarrolla con la enseñanza, de modo que, necesita experiencia y tiempo. Las virtudes morales se desarrollan con el hábito, es por esto por lo que no las posemos por naturaleza, y las desarrollamos por medio del hábito, más bien las adquirimos ejercitándolas, al igual que ocurre con otras artes, así pues aprendemos hacer las cosas al hacerlas: los hombres aprenden el arte de construir, por ejemplo, construyendo, y a tocar el arpa tocando el arpa. Asimismo, al realizar actos de justicia aprendemos a ser justos, al practicar la autodisciplina aprendemos a ser autodisciplinados, y al realizar los actos de valentía aprendemos a ser valientes.

Nuestro modo de actuar en nuestras relaciones con los demás nos vuelve justos o injustos ,por consiguiente nuestro modo de enfrentar situaciones peligrosas , ya sea acostumbrándonos a temer o a tener aplomo, nos vuelve valerosos o cobardes ,de modo que  lo propio ocurre con la lujuria  y la cólera ,ahora bien, algunas personas adquieren  autodisciplina  y paciencia  por medio de su conducta , es posible que , otras personas se vuelvan descontroladas  y apasionadas .Así pues, en una palabra, las actividades producen disposiciones  similares. En definitiva, los hábitos que formamos desde la infancia no son cosa de poca monta, finalmente, todo depende de ellos.

Esto, pues, es manifiesto: en todas nuestras conductas, la medianía es el estado más loable. Por el contrario, en la práctica, debemos a veces apuntar hacia el exceso y a veces hacia la carencia, porque este será el modo más fácil de alcanzar la medianía, la mejor solución parece que es estar siempre dentro de lo correcto.

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