LA DIALÉCTICA UNA POSICIÓN METODOLÓGICA PARA LA CONSTRUCCIÓN DEL CONOCIMIENTO JURÍDICO.
Enviado por Oswaldo2018 • 26 de Enero de 2018 • Ensayo • 3.900 Palabras (16 Páginas) • 243 Visitas
LA DIALÉCTICA UNA POSICIÓN METODOLÓGICA PARA LA CONSTRUCCION DEL CONOCIMIENTO JURÍDICO.
SUMARIO.
En este trabajo se realizará un breve análisis retrospectivo acerca de la conceptualización de la Dialéctica, comenzando por entender ¿Qué es? ¿Cuál es su origen? ¿Cómo ha sido su desarrollo? y sobre todo ¿Cuál es su utilidad para la ciencia jurídica?
OBJETIVO.
Este ensayo, tiene como objetivo plantear a partir de su análisis específico a la “dialéctica” como posición metodológica para fundamentar el conocimiento jurídico, así como intentar construir una perspectiva propia respecto de este tema que nos ayude a comprenderlo de manera clara y sencilla lo cual nos permitirá su utilización como herramienta metodológica para la construcción de nuevo conocimiento.
INTRODUCCIÓN.
Hay que comenzar por señalar que el estudio de la “dialéctica” presenta en principio algunos detalles teóricos que es pertinente señalar, a saber: que se trata de un concepto equivoco, es decir, que puede entenderse o interpretarse en varios sentidos, o dar ocasión a juicios diversos,[1] pues algunos la consideran como un arte, otros como una ciencia y otros como un método; segundo, que se trata de una noción propiamente filosófica mediante la cual diversas escuelas filosóficas y de otras ciencias, entre ellas la ciencia jurídica, han tratado de explicarse varios fenómenos tanto del pensamiento como de la realidad objetiva; y por último, que es menester entender que propiamente sus diferentes acepciones, no se encuentran del todo inconexas, pues en todas late un elemento característico que podríamos utilizar para diferenciar este concepto de algunos otros que le son similares, pero que no constituyen por si solos un método para la construcción de conocimientos jurídicos.
Aclarado lo anterior, durante este estudio será materia de nuestra reflexión la “dialéctica” entendida como una “posición metodológica” de la ciencia jurídica. Para tal efecto habremos de dilucidar en primera instancia ¿Qué es una posición metodológica? Término que se compone del sustantivo posición y el adjetivo metodológica; para ello nos auxiliaremos de las acepciones gramaticales de dicho término. La palabra posición proviene del latín positĭo, -ōnis y significa a grandes rasgos una postura, actitud o modo en que alguien o algo está puesto; actitud o manera de pensar, obrar o conducirse respecto de algo.[2] Por otra parte lo metodológico hace alusión al “método”, esta voz proviene del latín methŏdus, y este a su vez del griego μέθοδος sustantivo masculino que significa: Modo de decir o hacer con orden. Modo de obrar o proceder, hábito o costumbre que cada uno tiene y observa. Obra que enseña los elementos de una ciencia o arte. Y por último en Filosofía aquel procedimiento que se sigue en las ciencias para hallar la verdad y enseñarla[3]. Como puede apreciarse todas estas acepciones son en cierta manera coincidentes; sin embargo, para efectos de esta serie de reflexiones tomaremos la cuarta acepción en Filosofía, de esto se sigue que, en efecto, al referirnos a una “posición metodológica”, quiere decir que estamos seleccionando de entre varios modos de encontrar la verdad y enseñarla, aquel que se disponga de la manera mas conveniente para entrar en contacto con nuestro objeto de estudio.
Así pues, comenzaremos a reflexionar acerca de nuestro objeto del conocimiento la “dialéctica” intentando descifrar ¿De donde surge? ¿Qué es? ¿Cuál es su objeto de estudio? ¿Qué corrientes epistemológicas se han valido de este conocimiento para explicar algún fenómeno del pensamiento o de la realidad objetiva? Y sobre todo ¿Cuál es su importancia en la comprensión de la ciencia jurídica? Para tales efectos se realizará un breve análisis retrospectivo el cual se iniciará por el origen de esta concepción, donde se echará mano de la descripción, para así seguirlo en su desarrollo por las diferentes corrientes epistemológicas hasta la actualidad, ubicándolo en la ciencia jurídica como posición metodológica para fundamentar el conocimiento jurídico.
LA DIALÉCTICA EN LA ANTIGÜEDAD.
¿Qué es la dialéctica? ¿Cuál es el origen de esta concepción? ¿Dónde surge? ¿Es una concepción de algo concreto o refiere algo meramente abstracto? ¿Se trata de una ciencia o de un arte? Si ciencia, ¿en que rama de esta la podemos ubicar? Si arte ¿cual es el objeto sobre la que esta versa? O acaso ¿se trata de un instrumento para llegar a algún fin o un fin en si misma? De estas preguntas partiremos para realizar nuestro análisis, con el cual no pretendemos llegar a una concepción última de lo que debemos entender por “dialéctica”, sino únicamente llegar a un punto de aproximación que nos permita la mejor comprensión de este término.
Comencemos por conocer ¿Qué es la dialéctica? Para acometer dicha empresa echaremos mano de la etimología y de la definición gramatical del término, al respecto la primera nos dice que esta voz proviene del latín “dialectĭca”, y este a su vez del griego “διαλεκτική”; la segunda nos dice que es un sustantivo del genero femenino que significa: arte de dialogar, argumentar y discutir; otra acepción, nos dice que es un método de razonamiento desarrollado a partir de principios; una tercera, que consiste en una relación entre opuestos; y una cuarta, en Filosofía, nos dice que en la doctrina platónica, proceso intelectual que permite llegar, a través del significado de las palabras, a las realidades trascendentales o ideas del mundo inteligible o en la tradición hegeliana, proceso de transformación en el que dos opuestos, tesis y antítesis, se resuelven en una forma superior o síntesis.[4] De estas acepciones podemos inferir que la dialéctica puede ser un arte, un método de razonamiento, una relación, o un proceso intelectual, todos ellos con una nota específica que los puede identificar o distinguir de otras artes de otros métodos, de otras relaciones y de otros procesos intelectuales a saber: la “oposición”. En efecto, como lo menciona Angelo Altieri en su obra Breve Historia de la Dialéctica “No hay dialéctica, pues, sin ‘oposición’, esto es, sin que haya un adversario que contrastar o una tesis que refutar”.[5]
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