LA FILOSOFÍA DE JENÓFANES
Enviado por brisa2204 • 20 de Febrero de 2014 • 2.720 Palabras (11 Páginas) • 394 Visitas
LA FILOSOFÍA DE JENÓFANES
1) Cuestiones teológicas
Con respecto a la teología Jenófanes comienza por realizar una crítica a los dioses homéricos de la tradición griega. Estos dioses, afirma Jenófanes, no son más que una invención humana, creada a imagen y semejanza del ser humano. Dotados no solamente de cuerpos, brazos y piernas similares a las del hombre, los dioses tienen además todos los vicios imaginables. Son corruptos, mienten, engañan, traicionan, etc. por lo que en ningún momento deberían ser usados con fines educativos. En este aspecto Jenófanes es claramente un moralista preocupado por las posibles influencias que las creencias tradicionales podían tener en los modelos de conducta de la juventud. Frente a estas divinidades Jenófanes propone la existencia de un único Dios que no guardaría ningún parecido con los seres humanos. Este Dios es un precursor del Ser de Parménides, aunque, de nuevo, a la hora de precisar las características del Dios de Jenófanes las interpretaciones difieren. Hay común acuerdo en atribuirle la inmovilidad, probablemente debido a que todo cambio, ya sea espacial o de otro tipo, es visto como una imperfección, mientras que el Dios de Jenófanes se nos presenta como un ser supremo y perfecto:
"Sin esfuerzo sobre el Todo reina con el simple pensamiento e intención.
Todo él ve, todo él conoce y todo él oye". Por el contrario falta el acuerdo en lo que se refiere a su corporalidad. Algunos interpretes han considerado, basándose precisamente en que el Dios de Jenófanes "ve" y "oye", que debía tratarse de un ser corpóreo, aunque distinto a los humanos, mientras que otros han interpretado tales términos como meras concesiones lingüísticas para explicar de forma sencilla y accesible al Dios sin que hayan de ser tomadas literalmente. En caso de aceptar la corporeidad cabría discutir si la forma que adopta es esférica, como hará Parménides al hablar del Ser o si cabe alguna otra posibilidad. Otro punto controvertido es la identificación que algunos interpretes, como Aristóteles y Teofrasto, han realizado de Dios con el mundo, que harían de Jenófanes un panteísta o un hilozoísta, en la medida en la que el hilozoísmo acepta la penetración divina en la materia. Finalmente, por lo que al ámbito de la teología respecta, cabe considerar si Jenófanes concibió su Dios a partir de reflexiones lógicas, como hizo Parménides después de él, o si meramente se limitó a postular un Dios cuyas características fuesen las opuestas a las de los dioses homéricos que repudiaba.
2) La naturaleza y el mundo físico
En lo tocante a sus opiniones acerca de la naturaleza y de los fenómenos físicos Jenófanes dedica su atención a los fenómenos celestes, a cuestiones cosmológicas y, finalmente, a observaciones geológicas.Sobre los primeros afirma que son un producto de la concentración de "partículas ígneas" o "nubes en ignición". Esta concepción de los objetos celestes está en concordancia con las afirmaciones relativas a la naturaleza del sol, que es considerado como una "concentración de fuego que surgía procedente del mar". Todavía en el ámbito de las cuestiones cosmológicas encontramos fragmentos que hacen alusión al elemento primigenio de Anaxímedes, el aire, y al ápeiron de Anaximandro. Finalmente, por lo que respecta a las observaciones geológicas, encontramos aquí a un científico de gran agudeza. Jenófanes afirmó a partir del hallazgo de fósiles de peces encontrados en la montaña que la Tierra debió estar toda cubierta de agua, o, mejor dicho, de algún tipo de mezcla de la tierra y el agua como el barro o el fango.
3) El conocimiento humano y sus límites
Acerca del conocimiento humano y de sus límites Jenófanes realizó avances todavía más importantes y que están siendo cada vez más valorados. Los siguientes cuatro versos son en este ámbito de importancia fundamental:
"Ningún hombre conoció ni conocerá nunca la verdad sobre
Los dioses y sobre cuantas cosas digo; pues aun cuando
Por azar resultara que dice la verdad completa, sin embargo no lo sabe.
Sobre todas las cosas no hay más que parecer". La interpretación tradicional afirmaba que Jenófanes se limitaba a expresar meramente la relatividad del conocimiento, al considerar que éste depende de cada individuo. No obstante otros estudiosos consideran que, por el contrario, Jenófanes es el fundador de la teoría del conocimiento porque en este texto, así como en otros fragmentos, se establece una teoría de la verdad: No se trata de que el conocimiento dependa del sujeto, sino que se está afirmando una concepción de la verdad como algo objetivo, independiente del sujeto. Nuestras ideas, por lo tanto, no son más que intentos más o menos afortunados de expresar la verdad. Es posible que, con el tiempo (esto se deduce a partir de otros fragmentos), nuestras ideas se acerquen más a la verdad, pero estas siguen siendo conjeturas. De esta concepción del conocimiento, afirman algunos de los historiadores mencionados, puede extraerse incluso ciertas actitudes éticas, principalmente la tolerancia, estableciéndose así una línea de pensamiento que, partiendo de Jenófanes, uniría a filósofos como Sócrates, Erasmo, Voltaire y Lessing.
PARMÉNIDES:
Filósofo griego. Apenas se conocen datos fiables sobre la biografía de Parménides. Su doctrina, todavía objeto de múltiples debates, se ha reconstruido a partir de los escasos fragmentos que se conservan de su única obra, un extenso poema didáctico titulado Sobre la naturaleza.
Partiendo de la identificación del plano lógico con el ontológico, es decir, tras considerar que nada en el mundo puede contradecir lo que es necesario desde el punto de vista del pensamiento, Parménides realiza un análisis del «ser» o «lo ente» que le lleva a negar la pluralidad y el movimiento.
Esto es así porque el ser no puede ser engendrado, pues en ese caso él mismo no sería el arché(principio) de todas las cosas; no puede cambiar, porque en ese caso devendría una cosa distinta de lo que es, es decir, no-ser, y el no-ser es inconcebible; tampoco puede estar dividido, pues entonces debería estar separado por algo distinto de sí mismo, lo que implicaría de nuevo el no-ser. De todo ello deduce que lo ente es inmutable, único, eterno e indivisible, y que la pluralidad y el movimiento son irracionales e ininteligibles, pura apariencia.
Existe aún polémica sobre si debe entenderse esta afirmación en sentido literal o de otro modo. En cualquier caso, los atributos que Parménides atribuyó al ser fueron transferidos por Demócrito y Empédocles al átomo, y se hallan en el origen del materialismo filosófico.
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