LA LIBERACIÓN MASCULINA

En vista de que el machismo se cuestiona cada vez más y la sumisión se representa cada vez menos, tanto los hombres como las mujeres se han dado cuenta que la sociedad está cambiando.

Las chavas van a la universidad a prepararse y empiezan a dejarles de hacer gracia que algún hombre no tome en cuestión su opinión. Los chavos han empezado a aceptar que hay mujeres que tan capases e inteligentes como los hombres y que probablemente en un futuro les toque una mujer como compañera o jefa de trabajo.

Podríamos pensar entonces que el machismo es parte del pasado. Me gustaría pensar que así es. Sin embargo, cuando platico con mis amigos y me confiesan que en el fondo les causa un conflicto terrible que su chava no haya estado cuando la llamaron por teléfono, me pregunto: ¿No estaremos enfrentando al mismo machismo pero con otra cara?

El hombre actual sabe que ya no le queda el papel de macho mexicano. Trata de desechar cualquier actitud que pueda asemejarse a la de un macho no obstante, el fantasma de villa, como llaman la dramaturga Sabina Berman al ego macho, sigue allí, sin permitirle al hombre que se libre totalmente de un papel que ya no quiere jugar.

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