LA MISION

LA MISIÓN

(Ensayo)

La misión es una película británica de 1986, dirigida por Roland Joffé, protagonizada por Robert De Niro (Rodrigo Mendoza), Jeremy Irons (Padre Gabriel), la acción se sitúa básicamente, en dos escenarios: los poblados guaraníes de las reducciones de San Miguel, la más antigua; y de San Carlos, situada por encima de las cataratas. El otro escenario correspondería a la capital de la provincia colonial, Asunción, La película está contextualizada en el siglo XVIII cuando las Misiones de los jesuitas en territorio guaraní alcanzan su punto más alto en cuanto a organización se refiere. Esta progresiva evolución de los jesuitas resulta preocupante para las autoridades españolas y portuguesas que se encuentran en plena disputa por el mando de la región guaraní.

En este contexto, el padre Gabriel, un misionero jesuita, lleva a cabo su labor evangelizadora y acude a la reducción de San Carlos para cubrir el puesto de un sacerdote a quien los indígenas han matado. Este no tarda en ganarse la confianza de los guaranís, a quienes seduce al llegar con una flauta y haciendo sonar una suave tonadilla con la cual los guaranis aceptaron la misión llamada San Carlos y su fin era proteger, enseñar y llevarlos a progresar a los indios junto con otros jesuitas

y con ello aprendieron muchas cosas, por citar alguna de ellas fue la música, pues ellos mismos aprendieron a elaborar los violines, la carpintería, lectura y escritura entre otra Un día el padre Gabriel se cruza con Rodrigo Mendoza (traficante de esclavos), que ha disparado a un indígena. Al conocerse Mendoza rechaza la obra misional del padre pues le resulta un obstáculo para el tráfico de esclavos que practica. Sin embargo, su vida dará un giro inesperado cuando se entera de que su esposa está enamorada de su hermano. Habla con ella y ésta le confiesa abiertamente el amor mutuo de ambos. Mendoza furioso se bate en duelo con su hermano y acaba matándolo. Posteriormente se ve dominado por un profundo sentimiento de culpa y se recluye en un convento durante seis meses. Los sacerdotes del convento llaman al padre Gabriel para que hable con Mendoza y éste le propone una forma de redención: integrarse en la misión que él mismo dirige. Es en su camino hacía San Carlos, cuando Mendoza inicia su personal camino de penitencia y redención. Al llegar los guaranis lo detienen y deciden cortar su penitencia, Rodrigo siente un peso menos en su conciencia. Ahora se verá destinado a convivir con los que antes eran sus enemigos y "mercancías". Rodrigo se enamora de esa cultura y esa gente a la que antes perseguía y exterminaba

El Cardenal es enviado a esas tierras por el Vaticano para supervisar el Tratado de Límites entre España y Portugal. Los jesuitas se oponen a la expulsión de los territorios que ocupan ya que esto supondría que pasarían a ser esclavos inmediatamente. El Marqués de Pombal, primer ministro portugués, es el mayor defensor del Tratado, y no duda en obtener su aprobación bajo cualquier precio, a fin de incrementar el tráfico de esclavos. A pesar de que el Cardenal es consciente del buen estado de las reducciones de las regiones que él mismo ha visitado, acaba accediendo ante las presiones políticas de los dos reinos. La decisión de la Iglesia (presionada por España y Portugal) de abandonar las misiones en estos territorios, por el establecimiento de nuevas fronteras y siendo los nuevos dueños los portugueses, pondrán al Padre Gabriel y Mendoza en una difícil decisión: abandonar al pueblo guaraní a su suerte o bien, defender la misión de San Carlos por las armas y rompiendo el voto de no-violencia. Mientras Gabriel utiliza como únicas armas la fe, Mendoza luchará a golpe de espada. Son dos aspectos que marcan las diferencias de uno y otro. Aunque el amor hacia el pueblo será algo que los una en el fondo.

Comienzan por desalojar

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