LA NATURALEZA DE LA LIBERTAD EN LA PERSONA HUMANA
Enviado por tacqui • 19 de Junio de 2018 • Ensayo • 1.155 Palabras (5 Páginas) • 750 Visitas
LA NATURALEZA DE LA LIBERTAD EN LA PERSONA HUMANA
I. CARACTERÍSTICAS Y ETAPAS DEL ACTO VOLUNTARIO:
El individuo como persona, resulta muy complejo, ya que existen en él, muchas facultades que potenciadas obtenemos como resultados, si bien a veces semejantes unos con otros, a seres únicos entre nuestra especie, entre esas facultades que poseemos, existen aquellas que como resultado obtenemos el llamado apetito, que es lo cual nos hace desear una cosa sobre otras, ya sea que nos despierte la necesidad de crear nuevas sensaciones, nuevas emociones, nuevas experiencias día a día o potenciar las que ya experimentamos y que es lo que nos mueve cada mañana al despertar o que nos emocione dormirnos, pues al día siguiente sabemos que tendremos una nueva oportunidad de conseguirlas.
Dado que poseemos una parte sensitiva y también una parte intelectiva y sumadas ellas, o sea sumada nuestra parte sensorial con el conocimiento, es que nos nace el apetito, no debemos entender el apetito como ese simple deseo por comer una torta, o el apetito que llega a cada hora de la comida, si no ese apetito ese deseo por obtener determinadas cosas, puede ser precisamente una comida determinada con el ánimo de sentir nuevos sabores, nuevas mezclas de aromas, que despierte nuestras papilas gustativas, si no también, ese apetito por alcanzar ciertos logros académicos, laborales, intelectuales, pues todo alcance, todo nuevo logro, nos lleva a experimentar nuevas sensaciones, como así también el mantener un ritmo de vida puede ser motivado por ese apetito, pero también se debe entender que se refiere a que ese apetito lleva envuelto un elemento racional, por medio del cual lo que vamos deseando todo aquello que nuestro intelecto va percibiendo como bueno para nosotros y he aquí donde nace la voluntad.
Nada nuevo es decir que la voluntad humana nunca se ve satisfecha en su totalidad, pues siempre la podemos ver en movimiento, el solo hecho que nos levantemos cada día y vayamos al trabajo o quien no trabaja, que cada día se levante con un itinerario casi listo antes de entrar a la ducha, es demostración innegable que cada día nos levantamos con un propósito que tiene como finalidad, satisfacer ese deseo, ese apetito de cosas, que puede ser de lo más complejo a lo más simple de la vida, en el texto leído, decía o por lo que entendí, que si nuestra voluntad eligiera bien en sí, de manera absoluta y perfecta nuestra voluntad alcanzaría la felicidad, pues encontraría la paz y alegría, si bien creo que siempre debemos encontrar en nuestro vivir, un equilibrio que nos permita paz y alegría, es bueno que no nos encontremos en un cien por ciento satisfechos, pues el tener cierta cuota de insatisfacción, o sea no tener del todo saciado nuestro apetito, es lo que nos mueve día a día, a ser mejores en nuestro trabajo, en nuestros estudios en nuestras casas, como amigos, etc., sin propósitos firmes no hay motivo del día a día.
La felicidad o el deseo de ella, es algo intrínseco a la voluntad del ser humano, no es algo que aprendamos en el colegio, en nuestra casa, es algo que quizás ahí obtenemos, pero no es algo que sea aprendido, pues cada vez que nuestra voluntad nos mueve a realizar algo, entiendo que esa voluntad no esté coaccionada, se tratará de que andamos en búsqueda u obteniendo nuestra felicidad.
Como se dijo, la voluntad humana, tiene un elemento cognitivo, y es en el desarrollo de este es que en nuestra voluntad germina la necesidad de algo, y he aquí la importancia de que el conocimiento sea el correcto, ya que si tenemos un mal concepto de una realidad determinada, de una situación determinada, podemos caer en que nuestra voluntad se encuentre viciada y por ende el deseo, ese aptito que se despierta no sea el idóneo para nosotros y por ende podemos caer en cosas que no nos complementan, que no nos hacen pleno y podemos pasar la vida en búsqueda de una eterna felicidad que nunca llegará y no porque no esté ahí, si no que por nuestro mal concepto, por nuestro mal uso del razonamiento, elegimos mal.
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