Persona humana

DESARROLLO

Sabemos que en la época prehispánica se tenía un concepto muy diferente de educación, ya que aparte de impartir conocimientos se basaba en inculcar valores, de aquí que los sabios nahuas tenían su propio concepto de educación porque para ellos partía de lo que llamaban “persona humana”, lo cual significa aquella persona dueña de un rostro sabio y un corazón duro como roca, por lo tanto el principal objetivo de la educación náhuatl por un lado era dar conocimientos, sabiduría a los rostros ajenos, ¿cómo? Enseñándoles a encontrar su esencia, su propio rostro, que lo aprendieran a desarrollarlo, a conocerlo mediante la adquisición de esos conocimientos; y por otro lado era humanizar ese corazón a través de los valores inculcados para que respetaran a los demás, los obedecieran y pudieran sentir ese amor por su gente. por su comunidad, formando así hombres maduros.

Todo esto lo podemos ver en los textos recopilados por el Fray Andrés de Olmos, son algunas pláticas de los indios más grandes conocedores de sus costumbres “la concepción náhuatl de la persona como “rostro y corazón”.

Existían algunos reglamentos, los cuales especificaban cómo se les enseñaba a los jóvenes y cómo se llevaba a cabo la formación de su rostro y corazón. Los maestros de la palabra se proponían formar rostros sabios y corazones firmes, aunque estaban convencidos de que nada se podría lograr si los alumnos no se enseñaban a expresar, a ser ellos mismos.

Los nahuas tenían una manera de criar a sus hijos muy fuerte o brusca, porque desde chiquitos o recién nacidos los exponían al frío, esto con el fin de volverlos fuertes y resistentes para aguantar los trabajos, por lo tanto se les enseñaba a los niños desde los 5 o 6 años a encargarles trabajos ligeros, como cargar cosas ligeras, esto para evitar la pereza y la ociosidad. Acostumbraban a que los que se encargaban de criarlos tuvieran la precaución de que no vieran pinturas feas, de que no escucharan malas palabras o conversaciones que no les incumbía, y los padres inculcaban que existía Dios y que mientras vivieran (que no sabían cuánto iba a ser) debían encomendarse a él, servirlo, ser hombres de bien, respetando a sus mayores, honrando a sus padres y viviendo en paz y armonía porque el que no lo hiciera, mala suerte iba a tener y terminaría muriendo. Los hombres debían ser, hombres de bien, agradecidos y fijarse lo que hablaban para no meterse en chismes o provocar pleitos entre ellos mismos.

Como podemos ver en el texto de fray Gerónimo de Mendieta “Si alguno te enviare con mensaje, y el otro te riñere, o murmurare, o dijere mal del que te envía, no vuelvas con la respuesta enojado, ni lo des a sentir. Preguntado por el que te envió. ¿Cómo te fue allá?, responde con sosiego y buenas palabras.

Se cree que la historia de la educación escolar fue muy antigua, porque no se tienen muchos datos, en esta época existieron diferentes tipos de escuelas las cuales se basaban en el culto a los dioses.

Las instituciones de educación que existían en esa época, no eran nada más centros de educación, sino más bien eran especie de templos, escuelas de carácter religioso, las cuales enseñaban a los niños y jóvenes a trabajar y a educarse al mismo tiempo, ya que el culto a los dioses era la principal función

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