LA NUEVA CAMPAÑA

LA NUEVA CAMPAÑA

Darío, gerente de marketing de una empresa, ha convocado a su equipo para entregarles una información muy relevante sobre la nueva campaña de promoción de una importante bebida gaseosa que se han adjudicado.

Al comenzar la reunión, les comenta que el trabajo que tienen por delante será bastante arduo y requerirá del compromiso de todo el equipo para enfrentar las metas que el cliente se ha propuesto con el nuevo producto.

El equipo está compuesto por periodistas, diseñadores, publicistas y realizadores audiovisuales. Cada quien tiene un rol específico dentro de la campaña, desde su área de desarrollo profesional. Hernán, que es el Director de Arte, ha estado experimentando problemas personales, puesto que está en un proceso de divorcio y se ha visto afectado por demandas de pensión de alimentos, regulación de régimen de visitas para ver a sus tres hijos y otras situaciones asociadas al cambio de domicilio, separación de cuentas, entre otros.

Darío comprende perfecto, que el estado de ánimo de su director de arte no es de los mejores y atribuye a eso los últimos errores cometidos en la campaña anterior de la cuenta de Adidas y que les hizo perder una importante cuenta para la agencia, sin embargo, considerando las implicancias de este nuevo negocio que han cerrado, ha decidido pedirle a Hernán que se quede después de la reunión para conversar al respecto.

En cuanto se marchan todos a sus puestos de trabajo, Hernán señala de inmediato:

“Si me vas a hablar de los problemas en la filmación de los comerciales de Adidas, creo que perderemos el tiempo, porque sabes bien que los errores se produjeron por la contratación de una agencia audiovisual externa y la falta de coordinación con ellos”.

Ante este argumento de entrada, Darío responde con determinación que el error que hizo retrasar todo el proceso se produjo porque él, en su condición de Director de Arte, no había enviado a tiempo los Storyboards para la producción de los comerciales y ello habría retardado todo el proceso.

Hernán, muy molesto, le señala que ese retraso fue responsabilidad de la dupla creativa (periodista y publicista) porque ellos fueron quienes tardaron más de lo presupuestado en crear los textos de campaña y conceptos generales.

En el momento en que Hernán entregó este argumento, Darío decide encararlo y señalar que tiene los correos electrónicos de respaldo en donde se aprecia claramente que el retraso tuvo que ver con una demora en la entrega de información de Hernán a su equipo de trabajo.

Al escuchar esta información, Hernán se pone de pie y sale de la oficina señalando a viva voz, que “todos están en su contra”, “que está cansado de tener que asumir la responsabilidad de otros”,  “que nunca lo han valorado en esta empresa” y “que está aburrido de llevar 5 años haciendo la misma función sin que hayan sido capaces de ver sus capacidades y promoverlo de puesto de trabajo”.

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