LA PRUEBA - DERECHO PENAL

Comenzaremos el presente trabajo, con una breve inclusión al Derecho Procesal Penal, para poder situar en primer lugar el concepto de prueba, luego así definir la “prueba ilícita” que el tema que nos compete.

El Derecho Procesal Penal es un conjunto de actividades realizadas por preceptos previamente establecidos, que tiene por objeto determinar que hechos pueden ser calificados como delito, para que en caso de cometerse tal conducta se aplique sanción correspondiente.

El Código de Procedimientos Penales del Estado de México, señala las 5 etapas por las que se debe regir el procedimiento; etapa preliminar o de investigación, etapa intermedia o preparación del juicio oral, etapa de juicio, etapa de impugnación y etapa de la ejecución de sentencia.

La etapa del proceso oral corresponde al procedimiento conclusivo donde se desahogan las pruebas, se presentan los alegatos de las partes y el juez pronuncia sentencia definitiva

Ahora bien, la prueba es el punto capital y atendible del procedimiento, ésta verdad reconocida como el axioma de la ciencia se hace aún más ostensible, en el derecho penal, puesto que la sentencia que ha de poner fin al proceso y ha de versar sobre la verdad de los hechos materia de la acusación, tiene por base la prueba.

El origen de la prueba estriba en un hecho que ha pasado fuera de la conciencia del juez, y su efecto en las relaciones que se establecen por medio del pensamiento entre este hecho y el que se ha de demostrar.

Las pruebas sirven para reconstruir la historia a favor de la verdad que se busca, su objeto es que el juez esté en aptitud de dictar una sentencia que esté apegada a los hechos que en verdad ocurrieron.

Las cuestiones relativas a la prueba son de gran importancia, pues al saber de la comisión de un delito, el órgano que investiga tal hecho entra en actividad en busca de elementos probatorios para acreditar el cuerpo del delito que se trate y el descubrimiento del presunto responsable.

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