LA VIDA Y LA MUERTE, PRINCIPIO, CONSERVACIÓN Y DIGNIDAD.
Enviado por xochilthmayo • 14 de Enero de 2014 • Ensayo • 1.511 Palabras (7 Páginas) • 2.391 Visitas
LA VIDA Y LA MUERTE, PRINCIPIO, CONSERVACIÓN Y DIGNIDAD.
SAN MIGUEL DE TUCUMAN.- La existencia humana ha experimentado notables cambios en los dos últimos siglos. Dos son las puntas del ovillo de la vida: su comienzo y su final y, para algunos bioeticistas, el control y manejo de la gestación y la natalidad y el control de la muerte, son dos caras de la misma moneda.
De la misma manera que la ciencia y su avance han posibilitado el desarrollo de algunos métodos como la fertilización in vitro por ejemplo, el aparato médico ha creado los métodos de resucitación y reanimación y los de prolongación artificial de la vida, que han permitido , de alguna forma, controlar la etapa final de la existencia humana. Para Beauchamps y Childress son inseparables éticamente la vida en proyecto y la vida in extremis, ya que ambas presentan, entre otras cosas, los mismos interrogantes, tales como:
¿Qué es la vida humana?
¿Cuándo llega a ser humana?
¿Cuándo cesa de ser humana?
Hoy, los avances hacen más necesario una reflexión sobre el tema, sobre todo por la aparición del muy esperado ´proyecto" de ley denominado de “Muerte Digna” y su promulgación y vigencia desde Mayo de 2012 en la República Argentina.
El problema de la denominada eutanasia – de eu = bueno y thanatos = muerte, “buena muerte” – un término con el que no estoy de acuerdo, se plantea a nivel popular y médico un problema a dilucidar, presente permanentemente en el imaginario actual, ya que la pronunciada disminución de enfermedades fatales y agudas en la práctica médica moderna, han afectado los límites tradicionales entre la vida y la muerte y lleva a la consideración de temas candentes en la sociedad y la medicina. Con frecuencia escuchamos en los medios frases como “muerte digna”, “buena muerte”,” derecho a la propia muerte”, “supresión voluntaria de la vida de pacientes terminales”, etc., que complican más aún el panorama existente.
Otro tema a considerar es que los profesionales se enfrentan cada vez más a cierto misticismo por parte de pacientes y familiares, quienes están teniendo cada vez más a ver en el médico al salvador supremo, a una persona que solamente puede curar – y no también ayudar a bien morir - ,que tiene en su maletín siempre el remedio contra la senescencia y la muerte y una consecuencia directa de este hecho es la creencia que al médico se lo puede consultar como a un oráculo que asegura a otros que la muerte puede esperar o es derrotable a la luz de los nuevos avances de la medicina. La infinidad de artículos, programas audiovisuales y de todo tipo que se ocupan de este tema, a veces mal desarrollados para consumo masivo de la población, contribuye a alimentar falsas esperanzas y expectativas y si a ello sumamos el aumento del índice de longevidad debido a los nuevos y mejores tratamientos actuales, es lógico pensar que el reclamo de la población tiene bases racionales para tales exigencias.
¿Qué es morir?, ¿En qué consiste? Al menos, en tres acontecimientos que son la muerte como hecho, como acto, y como evento, siguiendo una ya tradicional concepción de Lain Entralgo.
Como hecho, la muerte es algo objetivamente contemplable, cuando desde la medicina determinamos el fin de la vida. El fin de la existencia humana muchas veces sin discurrir acerca de qué significa “el morir”. ¿En qué consiste el episodio de morir? Es ésta una de las preguntas que podemos hacernos desde la medicina y la filosofía, sobre todo cuando debemos opinar y actuar sobre temas relacionados directamente con ella, como el caso de la resucitación, la ablación de órganos o la prolongación artificial de la vida.
Como acto, la muerte siempre lo es humana ya que, más allá de los casos de suicidio que son la expresión máxima de la libertad del hombre – hecho que es discutible desde ya- , la aceptación o no de la muerte es un acto humano real. Por la vía de la aceptación o la repulsa, la muerte puede ser considerada un acto de libertad humana y esta definición influye sobre su decisión frente a la mal llamada eutanasia.
Como evento, lo es desde el punto de vista histórico, cultural y social y su interpretación desde estos puntos de vista va a hablar sobre la moralidad o no de dichos actos. Por ello no es posible transpolar experiencia de otros países y culturas, porque la concepción no es la misma. La pretensión de “internacionalizar” u homogeneizar solamente son tentaciones del hombre por unificar criterios no unificables en la realidad. Todo
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