LAS HIJAS DE LILITH
Enviado por markobalotelli • 26 de Marzo de 2014 • 459 Palabras (2 Páginas) • 339 Visitas
SIPNOSIS
Lilith, la primera mujer de Adán según la leyenda judía, acabó marchándose del paraíso porque no quiso someterse a las imposiciones de Adán. Y a Lilith, símbolo de la libertad, de la fecundidad, germen de la Gran Madre de las civilizaciones antiguas, recurren Carmen Posadas y Sophie Courgeon para lanzar este alegato en favor de la igualdad entre el hombre y la mujer, que es también el anuncio del amanecer de una nueva era en la que las mujeres están recuperando el brío independiente y rebelde de Lilith, abandonado para siempre la sombra de la “Eva sumisa, Eva silenciada, Eva encadenada”.
Porque “no lo olvidemos –dicen las autoras–: no somos hijas de Eva, somos hijas de Lilith”. Eva fue la mayor impostura de todos los tiempos. Los hombres la impusieron, y con ella la “inferioridad natural” de la mujer, se proclamaron superiores e impusieron su supremacía en todo el planeta. Aunque minoritarias, las hijas de Lilith no desaparecieron. Las hubo, muy escasas, que impusieron su sello en el mundo porque el destino o el azar las puso al lado de hombres poderosos”.
A la sombra de Lilith aúna el rigor del ensayo y la creatividad literaria, pero es, ante todo, un canto de esperanza trazado con lucidez, claridad y valentía: “Lilith esperanzada sonríe. A sus hijas les quedan todavía muchas barreras que derribar, puertas que abrir en par en para, para conseguir la verdadera igualdad. Sin embargo, parece que están logrando lo que ella no consiguió: hacer que, por fin, los hijos de Adán entiendan que su padre primigenio se equivocó cuando afirmó que el ancho mundo era sólo suyo y se negó a compartirlo con su primera compañera. ¿Si sus hijas y los hijos de Adán se diesen la mano, tal vez –tal vez– podrían construir un mundo mejor? Lilith empieza a soñar”.
Carmen Posadas y Sophie Courgeon han desplegado en este apasionante trayecto por la historia de la mujer, desde el Neolítico hasta los movimientos emancipadores del siglo XIX, una notable prosa, que hace que A la sombra de Lilith se convierta también en una narración fresca, ágil y original. Escrita, además, con un sólido armazón documental y la convicción de que el cambio de los roles de hombres y mujeres es posible. Y lejos, muy lejos, del feminismo al uso.
Las biografías de las doce mujeres (Livia Drusilla, Teodora, Santa Catalina de Siena, Malinalli-Marina-Malinche, Roxelana, Catalina de Médicis, Marie-Anne de la Trémoille, Isabel de Farnesio, Jeanne-Marie Philipon, Tzu-Hsi, Eva Perón y Jian Qing) que superaron las barreras de su tiempo son, ya en la segunda parte del libro, documentos excepcionales, doce perfiles que podrían por su lenguaje y su estilo, por la riqueza de los detalles y la azarosa vida de sus protagonistas, leerse como doce minúsculas y atractivas novelas.
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