LEGITIMIDAD DEL ESTADO MODERNO
Enviado por nenekoo15 • 19 de Abril de 2014 • 2.192 Palabras (9 Páginas) • 755 Visitas
LEGITIMIDAD DEL ESTADO MODERNO SEGÚN ROUSSEAU
LEGITIMIDAD DEL ESTADO MODERNO SEGÚN ROUSSEAU
En esta ocasión analizaremos las propuestas políticas de J. J. Rousseau. Tomando como punto de partida las concepciones de la naturaleza humana, la sociedad, la legitimidad del Estado moderno, y la voluntad popular. Después de haber estudiado estos conceptos, nos trasladaremos a la época del autor siglo XVIII, llamado época de la ilustración o siglo de las luces. La cual es considerada como un anti -tradicionalismo que dio origen a una nueva idea de progreso, en donde la ciencia, la historia y la razón humana deben servir para transformar la realidad, buscando una mayor igualdad y bienestar en el futuro de la humanidad.
La legitimidad del Estado Moderno es el tema central de este ensayo, para tal hecho nos basaremos en una de las grandes obras de Juan Jacobo Rousseau, el Contrato Social en donde el autor desglosa lo que él considera una mejor forma de construir una sociedad, y donde plantea que la verdadera legitimidad es la que obedece a la voluntad popular, la cual debe orientarse hacia el bien común, y que esta es infalible y buena. Siendo a demás de una obligatoriedad absoluta para cada ciudadano.
La finalidad de este ensayo, es conocer el aporte de uno de los más grandes pensadores del siglo de las luces, sus ideas en cuanto a la libertad, la justicia y la relación que debe existir entre el Estado y cada uno de sus miembros, por consiguiente he querido trabajar sobre la legitimidad del Estado Moderno, considerando que esta es la base fundamental, en la construcción de un Estado y su forma de gobernar, hacia el bien común, es decir el de una sociedad en general.
Antes de introducirnos en lo que expone el autor, en cuanto a la legitimidad del Estado Moderno, es pertinente hacer una contextualización del Contrato Social. En el llamado Siglo de las luces, S. XVIII, en Francia se va a desarrollar uno de los mejores momentos del pensamiento político. En el año de 1751, se empieza a publicar la Enciclopedia y Montesquieu tres años antes ya había dado a conocer El espíritu de las Leyes, los trabajos sobre filosofía política y filosofía de derecho, se dan en gran medida, y la incapacidad del Antiguo Régimen para justificar la legitimidad del Estado Moderno es percibida por los intelectuales franceses como una realidad sin reversa. En 1756, Rousseau se retira al castillo de Montmorency, pero antes e esto se había presentado a un concurso en donde expuso su discurso sobre el origen y fundamento de la desigualdad entre los hombres, para tal motivo tuvo que estudiar el pensamiento político de Hobbes, y Locke, cuyas teorías se basaban en la idea de un contrato social como fundamento del Estado.
En Montmorency se establece durante cuatro años, y en este tiempo redacta alguna de sus obras más representativas, entre ellas el Emilio, en donde expone su filosofía de la educación, y el Contrato Social donde se recoge su pensamiento político. Estas obras se publicaron en 1762.
Según Rousseau la convivencia en sociedad puede estar basada en la propia naturaleza humana o en costumbres y normas creadas por el mismo hombre. El autor plantea que en estado natural el hombre es bueno y feliz, pero piensa que para la mayoría de seres humanos, ya es imposible existir y convivir en este estado. Entonces es necesario investigar en el origen de la propia sociedad la base de las normas que la regulan.
En el antiguo régimen, la autoridad de las leyes e instituciones de una sociedad se fundamenta en la tradición o en su carácter sagrado. Cuando a finales de la edad moderna, este modelo de sociedad entra en crisis en Europa; los ilustrados se ven obligados a buscar una nueva justificación para el poder político.
Rousseau señala que la clave del problema está en cómo justificar que las leyes sean obligatorias, y que unos manden y que otros tengan que obedecer en una asociación de ciudadanos libres e iguales. Todo esto además, sin apelar a la tradición o a la religion. El principal postulamiento de los Ilustrados a este problema consiste en proponer la existencia implícita o explícita de un contrato social, de un pacto fundamental entre todos los miembros originalmente iguales de un Estado, por el que se establecen unas reglas de juego básicas y comunes para todos.
Este pensamiento ya tenía antecedentes, y toma fuerza en el siglo XVIII, cuando Thomas Hobbes, horrorizado por las consecuencias de la guerra civil inglesa, afirma que el hombre es malo por naturaleza, puesto que tiende a agredir a los otros hombres y abusar de ellos, y aclara que es indispensable crear un pacto en el que se reconozca la autoridad de un árbitro superior, capaz de mantener la paz i la vida de todos los miembros del Estado. Para la Ilustración la teoría de mayor impacto fue la de Locke, según la cual la función del contrato social, y por tanto del Estado es proteger y desarrollar la libertad individual y el derecho a la propiedad privada de cada uno de sus miembros.
Después de haber estudiado las obras de Hobbes, Locke y otros autores, Rousseau propone su propia idea del contrato social, esta versión contiene grandes novedades entre ellas la propuesta de sufragio universal para los hombres como consecuencia natural del contrato social.
Como se había planteado antes Rousseau piensa que el hombre es bueno por naturaleza, y que su estado de existencia ideal tendría lugar en contacto directo con la naturaleza, sin necesidad de leyes o normas de ningún tipo. Pero Rousseau afirma que en este estado, la mayoría de la humanidad ya no puede vivir, y esto debido fundamentalmente a la aparición de la propiedad privada, ocasionando con esto una segmentación social, formando grupos de personas que acaban teniendo estructuras políticas y económicas arbitrarías, que proceden de circunstancias tan aleatorias como el resultado de una batalla o las condiciones del clima. Estas formas de sociedad son particularmente opresivas para la mayoría de sus integrantes y alejan al ser humano de sus condiciones de existencia naturales. Como ya no podemos regresar a una existencia natural paradisiaca, es necesario fundamentar al menos, el Estado en la verdadera condición natural del hombre, que viene definida por su condición de ser libre. La libertad, la propiedad y la felicidad particular de los ciudadanos se preservan en las mejores condiciones políticas cuando se logra entre ellos una asociación, en
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