La Enseñanza Oculta En Los Juegos Infantiles
Enviado por Eikon • 2 de Diciembre de 2013 • 2.306 Palabras (10 Páginas) • 197 Visitas
LA ENSEÑANZA OCULTA
EN LOS CUENTOS INFANTILES
Introducción
El ser humano, desde hace miles de años, ha venido haciéndose algunas preguntas fundamentales y poco a poco encontrando las respuestas. La enseñanza, producto de esos hallazgos, se reservaba para grupos muy cerrados y pequeños. A la gran masa, no se le daban esas enseñanzas, porque su ignorancia constituía un peligro, al no tener la cultura suficiente para manejarlas. Esa enseñanza es lo que conocemos como la sabiduría perenne y nos ha sido legada a través de los siglos.
Esta enseñanza antigua y secreta debía ser conservada, preservada y transmitida de generación en generación. Cuando se esconde algo, siempre alguien lo encuentra. Por eso, los sabios antiguos crearon un lenguaje muy especial para transmitir esas enseñanzas. Este lenguaje es en cierta manera oculto, porque está constituido por símbolos. Este es un lenguaje que la gente común, aunque lo oiga, no lo entiende y ha sido llamado el “lenguaje de las aves” o “lenguaje de los ángeles”. Los sabios pensaron que el mejor modo de esconder la enseñanza sería mostrarla públicamente, tenerla a la vista de todos, e incluso enseñarla a los niños. De esta manera, la gente la tiene tan a la vista y la mira tanto, que no la ve. Como dice la Biblia: “…porque teniendo ojos, no ven y teniendo oídos, no oyen”. Una de las formas de guardar los grandes secretos es presentándolos en los cuentos infantiles.
Los cuentos infantiles contienen, en forma cifrada, los grandes secretos de la sabiduría. Tras la aparente inocencia de estos populares cuentos, se oculta una simbología que trasciende la linealidad de la narración. Casi todos ellos presentan pruebas iniciáticas para los protagonistas, quienes deben superar los obstáculos más difíciles con el fin de alcanzar su culminación espiritual. Todos los personajes de los cuentos tienen un profundo significado esotérico: los elementos son símbolos, repletos de intimidades reveladoras, y las aventuras que en ellos se narran responden a antiquísimos ceremoniales iniciáticos.
Según Carl Gustav Jung, en los sueños, los mitos y los cuentos infantiles puede encontrarse un código universal de la psique humana, una presencia constante de los arquetipos. Existe una representación continua de símbolos recurrentes que corresponden a sentimientos o a sensaciones y que resumen importantes temáticas en cuanto a las aspiraciones, tendencias y desarrollo del ser humano de todas las culturas y todas las épocas.
Características generales de los cuentos infantiles
Todo cuento infantil debe tener un final feliz. Distinto a los relatos históricos o heroicos, en los cuentos infantiles no puede morir el protagonista. Si sucediera, se recurre a poderes sobrenaturales para volverlo a la vida. El final feliz es una expresión de todas las enseñanzas esotéricas que nos dicen que la única verdadera felicidad se halla en la superación de los obstáculos materiales enquistados en nuestro más íntimo yo.
Los contenidos de los cuentos infantiles no integran elementos históricos, sino que se mueve totalmente en un mundo mágico. La gente, los animales, el sol, la luna y las estrellas pueden hablar, se transforman, aparecen o desaparecen, de acuerdo con las necesidades del relato. El héroe y la heroína se encontrarán al final de la narración, se casarán, y "serán felices para siempre”.
Siempre los temas son acerca de un héroe o heroína que soporta grandes angustias y tienen que enfrentarse a poderes titánicos. Las dificultades y pruebas que tienen que superar el héroe y la heroína son siempre símbolos profundos del camino iniciático. Al evadir o enfrentar las amenazas, o al soportar con dulzura y resignación las humillaciones e injusticias, los personajes van logrando su alquimia espiritual.
Para vencer los problemas, podrán ser ayudados por otra serie de fuerzas sobrenaturales. Así hacen su aparición las hadas, los gnomos, los pájaros que hablan, y la aventura transciende del plano natural al sobrenatural, cobrando toda su importancia mística.
En los cuentos, el malo es siempre malo y es castigado. El bueno es siempre bueno y es recompensado. No hay personajes ambivalentes, que tanto desconciertan e inquietan. Los personajes ambivalentes, con bondad, odio, agresión cambiante y recurrente, tipo James Bond, con “licencia para matar”, no tienen lugar en los cuentos de niños.
Muchos de los elementos de los cuentos infantiles tienen su origen en la alquimia. Están presentes los símbolos del oro y la plata, el rey y la reina, que finalmente se traducen en la unión del héroe-heroína, la unidad final y definitiva de los aspectos polares de nuestra psique.
Los cuentos revelan una naturaleza íntima que está llena de posibilidades morales, psíquicas y espirituales, que permiten que nuestro espíritu se ensanche con la promesa de un final feliz, logrado en la integración personal y en la unidad última y enriquecedora. Con su dulzura, los personajes de los cuentos de hadas nos dan una lección de paciencia, bondad y perseverancia. Todas las peripecias son símbolo del camino místico, rodeado de sombras en la parte inicial del trayecto, pero aliviado luego progresivamente, hasta la iluminación final.
Significado oculto en los cuentos
Las imágenes arquetípicas están presentes en los cuentos infantiles, aunque a veces las podamos perder de perspectiva. A continuación presentamos algunas de esas imágenes escondidas en algunos cuentos, con el propósito de que sirva de estímulo inicial para comenzar nuestra propia búsqueda, más profunda y atentamente.
Alí Babá y los 40 ladrones
El hecho de que sean 40 ladrones es simbólico, porque el número 40 se refiere a la duración de ciertos procesos de la naturaleza. Este número se ve repetido continuamente en muchos pasajes de la Biblia: el diluvio universal duró 40 días y 40 noches; Moisés subió al Sinaí durante 40 días para ponerse en contacto con la divinidad; Jesús estuvo 40 días y 40 noches en el desierto.
Por otro lado, tradicionalmente 40 días guardaba la madre que recién daba a luz, 40 días se aislaba a los enfermos (cuarentena), y así sucesivamente. El 40 es un número simbólico. El cuento de Alí Babá y los 40 ladrones es una forma de explicar cómo estaban organizadas las sociedades secretas. Los ladrones son los que le roban las piedras de la sabiduría a la naturaleza, y la cueva es el símbolo de la mente humana, donde se guardan los conocimientos. Así, el cuento es la descripción de un grupo secreto de sabios iniciados, que están acrecentando los conocimientos.
Sin embargo, para participar de la sociedad secreta, hay que ser miembro; por eso, la palabra que se da a la entrada es secreta. Es el “ábrete sésamo”
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