La Esclavitud Y Libertad

Esclavitud y libertad

Desde tiempos inmemorables las sociedades se han fundado sobre el poder particular que cada individuo ha decidido ceder a una institución para así poder dedicarse a un oficio ó labor determinado. De esta forma el poder del individuo fue reducido y la eficacia de las instituciones como entes de control de los pueblos se ha potenciado. Todo esto dio apertura a la idealización de un mundo en igualdad de condiciones, hay que resaltar que los seres humanos siempre han destacado por creer que han alcanzado el máximo de su potencial y que los seres que están por debajo del mismo no merecen compararse con el hombre. De ahí que nazca el abuso del hombre por el hombre, es decir, quien tiene más poder para un grupo social en especifico tiene el derecho sobre otras personas que no cuentan con el favor de este grupo social.

La esclavitud como tal tiene sus inicios en la etapa tribal del ser humano, puesto que el grupo tribal más fuerte hacía valer su derecho sobre cualquier otro grupo de personas. Al conquistar un territorio estas tribus no solo adquirían los recursos con los que contaba la región sino que también tenían derecho sobre las personas que lo habitaban.

En la Grecia antigua el derecho de los ciudadanos de tener esclavos se sustentaba en la idea de que no eran parte de la ciudad ni tampoco podían ser útiles de ninguna otra forma más que servir a sus amos en lo pudieren para que estos no tengan que malgastar su tiempo haciendo tareas manuales que un esclavo podría realizar. Por lo general el esclavo no tenía conciencia de una carencia de propósito sino más bien buscaba servir para así adquirir un rango superior que otros esclavos. Como podernos observar la búsqueda del poder es la raíz del dominio del hombre por el hombre.

Por otro lado la libertad es un término que ha ido cambiando con el tiempo, yendo desde una simple concepción literal de libre albedrio hasta lo que hoy es fundamentado por la carta de los derechos humanos: Son aquellas libertades, facultades, instituciones y reivindicaciones relativas a bienes primarios o básicos que incluyen a toda persona, por el simple hecho de su condición humana, para la garantía de una vida digna, sin distinción alguna de etnia, color, sexo, idioma, religión, orientación sexual, opinión política o de cualquier otra índole, origen nacional o social, posición económica, nacimiento o de cualquier otra condición.

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