La Etica De Los Negocios

LA ETICA DE LOS NEGOCIOS

La ética de los negocios es una práctica que se interesa por un ámbito de la empresa humana, antiguamente esta ética era conocida como un asunto que representaba la codicia y la avaricia, debido a esto este asunto de los negocios no era muy halagador para muchas opiniones, esta tenía un orientación excesivamente practica que también se interesaba por la moneda cotidiano más conocida como el dinero.

La actividad de los negocios existe desde hace casi seis mil años, y aunque actualmente sea conocida como una habilidad que detecta oportunidades, y ayuda a satisfacer las necesidades de la sociedad, desarrollando destrezas para cumplir retos y vicisitudes, antiguamente, durante la mayor parte de la historia la concepción ética de los negocios ha sido casi totalmente negativa.

Algunas teorías como la de Aristóteles diferencio a la economía en dos conceptos, uno como oikonomíkos o comercio doméstico, el cual se consideraba esencial para el funcionamiento de cualquier sociedad incluso poco compleja, y el otro era el chrematisike comercio único y específico para el lucro; Aristóteles también decía que la ética empresarial era una actividad desprovista de virtud y a quienes la practicaban los denominaba “parásitos”. También algunos moralistas cristianos como San Pablo a Santo Tomás y Martín Lutero siguieron el ejemplo de Aristóteles condenando al mundo de los negocios con opiniones negativas hacia este.

En el trascurso de la historia de esta práctica algunos cambios de actitud hacia este, como por ejemplo los gremios medievales crearon sus propios códigos de ética de los negocios específicos para la industria, convirtiéndose en la institución central de la sociedad haciendo que existiera un cambio de sensibilidad religiosa y filosófica e incluso un nuevo sentido en la naturaleza humana.

Este cambio surgió por el desarrollo urbano de sociedades más centralizadas, de la necesidad del consumidor, del progreso tecnológico y del crecimiento de la industria, relacionándose con las necesidades y deseos sociales.

La ética de los negocios ya no es criticada ni condenada como avaricia o codicia ya que así era anteriormente, por el contrario ha pasado al término de la motivación por el beneficio a un examen más productivo y constructivo, por esto la primera tarea de la ética de los negocios consiste en abrirse pasos a través de mitos y metáforas incriminatorias.

Por esto hoy en día existen demás consideraciones sobre el tema por ejemplo que para obtener beneficios en los negocios se debe proporcionar un bien y un servicio de buena calidad, creando empleos y encajando en la comunidad, aunque los beneficios en esta actividad se distribuyan y reinviertan.

La vida en los negocios siempre tiende hacer competitiva, y no siempre es justa, pero bien cierto es que los negocios son y deben ser competitivos para tener equidad, igualdad y diferentes opciones de compra por lo tanto el objetivo de una industria en particular, se basa en un núcleo de intereses comunes y normas de conducta convenidas mutuamente, como lo dice en el escrito de la ética de los negocios “la competencia no tiene lugar en una jungla sino en una comunidad a la que presumiblemente sirve y de la que depende a la vez”. La competencia es esencial para el capitalismo y para el comercio, pero la idea de una competencia desenfrenada es enflaquecer la ética y además comprender erróneamente la naturaleza de la competencia, ya que los negocios son una práctica social, y no una actividad de individuos aislados. Se tiene la idea de que la competencia es sana cuando se tiene un pensamiento empresarial actual o la llamada «cultura empresarial» cosechando el sentido es social, de rechazo al individualismo atomista y reconociendo el lugar de las personas en la organización como la estructura fundamental de la vida de los negocios. Cuando se habla sobre la ética de los negocios se hablan sobre las normas y su cultura identificando

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