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La Fenómenologia Persepción Y Tiempo


Enviado por   •  4 de Marzo de 2012  •  1.438 Palabras (6 Páginas)  •  836 Visitas

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Fenomenología: percepción y tiempo.

La fenomenología, fundada por el filósofo alemán Edmund Husserl ha sido influyente para la estética contemporánea, tanto en la literatura como en la plástica.

Se refiere a una comprensión del mundo que es previa a los conceptos teóricos-explicativos de la ciencia la cual sólo entiende el aspecto material del mundo recurriendo a los métodos analíticos de la inteligencia. Mientras que la filosofía, de la que es parte la fenomenología, capta el espíritu, la realidad en cuanto es conciencia y duración, recurre a la intuición. Lo que Bergson define como “la simpatía por la cual nos trasladamos a lo interior de un objeto para coincidir con lo que tiene de único y por consiguiente inexpresable”.

De este modo la fenomenología describe nuestro conocimiento del mundo, a partir de nuestra propia experiencia con él, para poder entender posteriormente cómo el mundo se funda a sí mismo, a través de la razón y el sentido. Simultáneamente conlleva una especie de desdoblamiento del pensamiento que, por parcial que sea la imagen (la cual se forma por la percepción) tiene una gran resonancia psíquica en la conciencia y en el alma de uno, el ser. Por lo tanto la fenomenología considera también la formación de una imagen ontológica en una conciencia individual que nos permitirá evocar imágenes de sensaciones y recuerdos con una materialidad ilusoria proveniente del ensueño.

Vinculado con mi proyecto la fenomenología me da cuenta de la existencia de imágenes psicológicas que se encuentran en lo profundo de nuestro ser: imágenes reales y virtuales; espacios domésticos, formas, tamaños y usos, familia y objetos, los cuales constituyen los recuerdos de la casa.

He mencionado que tenemos referencia del objeto, del mundo por medio de la sensación la cual se da estructurada en la conciencia como una reflexividad sensorial, siendo en ésta donde se destacan las construcciones de conocimiento y las realidades de la experiencia sensible, como dimensiones, forma, sonidos, tiempo, dolor: todo aquello que sea objeto de percepción, convirtiéndose de esta manera el mundo en ideas. Por consiguiente no se puede dar ningún fenómeno que no sea procesado por la conciencia.

La percepción, lo sensible, es la unión entre la conciencia y el objeto que se origina desde el ámbito de la vida corporal, desde el ser, la propiedad primera de toda existencia. El cuerpo posee una realidad compleja en la forma en como se relaciona con el mundo. Es un “tocante” y “tocado” que lo convierte en el vehículo por el cual el yo y el mundo se relacionan -hecho por el cual yo he sentido, yo he tenido, una experiencia singular.

El cuerpo capta así una doble condición de la sensación y del tiempo. El cual se define como una experiencia sensorial individual en relación con los sentidos humanos que se da tanto en el pensamiento como en el tiempo real. Es decir, en el momento de la percepción, el hombre percibe una sucesión continua de imágenes en las que no se descomponen las vivencias, sino que se armonizan entre sí, tanto el tiempo de la intuición como el tiempo físico. Por ejemplo, las notas de una melodía: la duración de la misma en el momento en el que la escuchamos, es a su vez el tiempo real y el de la conciencia. Como Menciona Merleau Ponty: “La inmersión fenomenológica del hombre en el mundo, lleva consigo la inmersión del hombre en el tiempo”.

El tiempo fenomenológico está en cada uno y se manifiesta de manera individual en la conciencia, donde el tiempo es cambiante, a diferencia del “tiempo de la realidad” que va desde el pasado hacia el futuro. Éste, el tiempo de la conciencia, puede estar en el pasado "recordando algo” mientras experimenta la sensación que le produce ese recuerdo (que es evocado por una necesidad a futuro, hecho que lleva la trascendencia).

Por tal motivo, estamos en condiciones de aprender de nuevo a ver el mundo mas allá de nuestra experiencia directamente vivida; por la revelación de una “acumulación temporal” en el sentido de que un objeto como percepción no desaparece de la conciencia, mantiene su historicidad íntima como objeto.

Al mismo tiempo, esta acumulación temporal origina una repercusión, un “despertar del objeto” en el alma, lo que expone que después de haber percibido un objeto podremos experimentar ecos, resonancias sentimentales, recuerdos de nuestro pasado, resultando un devenir de nuestro ser; hecho principal que constituye la investigación de mi trabajo con imágenes de la casa, las cuales

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