La Franja Amarilla

¿Dónde está la franja amarilla?

Una amiga norteamericana del autor del libro le pregunto que por qué Colombia siendo un país tan rico y tan talentoso vivía con tanta inequidad, violencia y desdicha.

El autor se pregunta si en realidad el país está muy mal comparándolo con otros países del llamado tercer mundo, la respuesta a su interrogante es positiva, ya que Colombia tiene el mayor indicie de criminalidad en el planeta. La mitad de su población está en extrema pobreza y su clase dirigente presenta unos niveles de opulencia altísimos, inversión altísima en seguridad pero no sé ve y, lo que más llama la atención al autor y a los extranjeros es la total calma de los cuídanos junto con su ausencia de quejas. Caso contrario por ejemplo en Francia donde se puede ver que es el país de la Revolución.

Ospina se pregunta ¿por qué el pueblo Colombiano no reacciona? A lo que existen unas tesis, como por ejemplo la carencia de espíritu y debilidad se debe a características biológicas y genéticas del pueblo, o que la criminalidad es una enfermedad incurable.

Hay algo que nadie ignora en el país y es que está en muy malas manos. Y esto debido a que nunca se ha podido aceptar la realidad del país, se avergüenzan de los indios, de los negros, de sus identidades culturales y los representantes que el pueblo escoge no se identifican con la realidad, más bien van es en busca de otras cosas.

Ospina señala que como colombianos debemos tomar verdadera posesión de nuestro territorio, tomar conciencia de nuestra naturaleza, de la magnífica complejidad de nuestra composición étnica y cultura, que creemos lazos firmes que unan a toda la población en un orgullo común y en un proyecto común.

La primera traición a ese sueño ideal la cometieron los viejos comerciantes, que preocupados solo por sus intereses privados, se impusieron en el gobierno para bloquear toda posibilidad de una economía independiente, permitiendo que el país siguiera siendo un mero productor de materias primas para la gran industria mundial y a la vez un consumidor de manufacturas extranjeras.

Ospina comprendió que el país estaba en manos de personas equivocadas en el momento que escucho las palabras de un hijo de un expresidente, que su primera canción en español la había escuchado a los 20 años. Esto, inmediatamente puso al descubierto que la clase dirigente que ha manejado el país se cree inglesa, europea o norteamericana pero nunca se identifica con la realidad de nuestro país.

La expedición Botánica es uno de los grandes esfuerzos históricos que intentaron construir una tradición y una patria, como resultado de esa expedición fue el movimiento independentista pero se vio frustrado por la reconquista, Colombia tiene la fama de ser uno de los países con mayor diversidad de pájaros en el mundo pero el libro más completo sobre las variedades de esos pájaros esta en inglés y no han podido traducirlo. Colombia hoy en día sigue siendo un país sin un proyecto territorial, sin un plan de desarrollo sensato y propio, sin un censo aprovechado de sus recursos. “El estado, omnipotente a la hora de imponer tributos y de reprimir descontentos, es la impotencia misma a la hora de impedir saqueos, de moderar depredaciones y de proteger el patrimonio.”

Ospina señala como la condición de penuria que vivimos actualmente donde nuestro país ha sido vendido prácticamente a las multinacionales es un producto de muchos años atrás donde el primer modelador de ese producto ha sido Estados Unidos, se ha visto como EEUU ha financiado una clase privilegiada con tal de mantener asegurada su materia prima y también como ha construido la economía de este país para poder sacar ventaja de tener sus negocios acá. Desde hace mucho, han estado en el poder gobiernos que entregaron nuestra economía a los intereses de las grandes potencias y que no permitieron el surgimiento de una industria local, de un mercado interno, y de niveles de vida decentes para la población.

Las guerras civiles del siglo XIX derrotaron el pensamiento liberal, el radicalismo y la tradición ilustrada de los sectores democráticos. Y con la promulgación de la constitución de 1886 el país vivió 100 años de un régimen conservador bajo el poder de los terratenientes y del clero.

La violencia antiliberal que inundo los campos de Colombia tuvo respuesta del sector popular del liberalismo y tuvo una enorme rebelión bajo la orientación de Jorge Eliecer Gaitán. Gaitán con sus discursos avanzo hacia una reformulación de la crisis política como el conflicto entre las mayorías humildes y auténticas, y el mezquino país de los privilegios. La revolución de Gaitán empezó a hacer hincapié en el gobierno de turno y tanto es así que hasta sus enemigos ofrecieron su apoyo con miras a que se dejara aconsejar, pues al no aceptar se tejió un asesinato que termino sofocando los gritos de revolución. Ahí es donde comenzó la contrarrevolución que tuvo tres etapas, cuya primera etapa fue la muerte del caudillo.

La segunda etapa fue la violencia de los años cincuenta, que desdoblo los campos de Colombia e hizo crecer dramáticamente las ciudades con millones de desplazados arrojados a la miseria. Y la tercera etapa fue el pacto aristocrático del Frente Nacional, mediante el cual los instigadores de la violencia se beneficiaron de ella y se repartieron el poder durante 20 años.

La muerte del caudillo inicio la época de violencia más horripilante jamás vista, y fue entre 1945 y 1965 donde Colombia vivió una verdadera orgia de sangre, donde el pueblo incitado por la política se destruyó y asesino a sí mismo.

Siempre nos dijeron que la Violencia de los años cincuenta fue entre liberales y conservadores, eso no es cierto, fue entre liberales pobres y conservadores pobres, mientras los ricos incitaban a esas guerras. Y cuando los jefes de ambos partidos decidieron “darse las manos” fue cuando la violencia seso y como resultado salió el Frente

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