La Hermosura
Enviado por stevenrsk8 • 16 de Marzo de 2015 • 320 Palabras (2 Páginas) • 246 Visitas
"¡Oh, Antifonte! —contesta Só-
crates—, nosotros creemos que la
hermo-sura y la sabiduría pueden
emplearse igualmente tanto de manera
honesta como deshonesta. Si una mujer
vende por
dinero su belleza a quien se la pide, se la
llama prostituta; e, igualmente, a quienes
venden su sabiduría por dinero a los que
la buscan se los llama sofistas, vale decir
«prostitutos». Al contrario, si alguien
enseña todo lo bueno que sabe a
quienquiera vea bien dispuesto por
naturaleza y se convierte en su amigo,
creemos que ése cumple con el deber del
ciudadano óptimo."
La oposición entre uno y otro no consiste
sólo en el hecho de que el sofista
cobre una remuneración por su ense-
ñanza, esto es, ejerza como actividad
interesada una tarea que Sócrates considera
misión sagrada que ha de cumplirse
en beneficio ajeno y no propio, sino también
en que, de acuerdo con esta diferencia,
los sofistas vinculen la elección de
sus discípulos a la situación económica
de los jóvenes, en tanto que Sócrates sólo
la vincula a la disposición intelectual y
moral que revelen. Lo cual significa que
la educación y formación de élites para
el gobierno del estado efectuada por los
sofistas obedece a las ambiciones y a los
intereses políticos de jóvenes ricos; la que
quiere realizar Sócrates, en cambio, obedece
a las exigencias del bien general, al
que los individuos deben consagrar su
capacidad y no sobreponerle sus aspiraciones
personales. La educación sofística
es formación de habilidades; la socrática,
formación de conciencias; al basar en el
privilegio económico la adquisición de un
privilegio educativo, la primera se asocia a
un espíritu oligárquico; al tratar de
formar espiritualmente —como el mismo
Sócrates dice, según Jenofonte, Memor.,
I, vi, 15— "a muchas personas capaces de
manejar la cosa pública", la segunda se
inspira en la misma exigencia a la que
obedecía imperfectamente la democracia
ateniense al establecer la dokimasía (examen
de los candidatos), correctivo del
igualitarismo del sorteo, ciego a las diferencias
de condiciones intelectuales y
morales de los individuos. Sócrates
introduce cohesión en esta exigencia al
convertirla en requisito previo para la
educación de los hombres aptos y señala
que quien procura satisfacerla cumple
una importante misión pública, aun
cuando —justamente para poder actuar
como maestro— él mismo no participa
personalmente
...