La Humilde Flor
Enviado por olakace12 • 25 de Marzo de 2013 • 736 Palabras (3 Páginas) • 600 Visitas
La Humilde Flor
Cuando Dios creó el mundo, dio nombre y color a todas las flores.
Y sucedió que una florecita pequeña le suplicó repetidamente con voz temblorosa:
-iNo me olvides! ¡No me olvides!
Como su voz era tan fina, Dios no la oia. Por fin, cuando el Creador hubo terminado su tarea, pudo escuchar aquella vocecilla y se volvió hacia la planta. Mas todos los nombres estaban ya dados. La plantita no cesaba de llorar y el Señor la consoló así:
-No tengo nombre para ti, pero te llamarás "Nomeolvides". Y por colores te daré el azul del cielo y el rojo de la sangre. Consolarás a los vivos y acompa-
ñaras a los muertos.
Así nació el "nomeolvides" o mio-sota, pequeña florecilla de color azul y rojo.
El hombre mediocre, de José Ingenieros
La Rutina es un esqueleto fósil cuyas piezas resisten a la carcoma de los siglos. No es hija de la experiencia; es su caricatura. La una es fecunda y engendra verdades; estéril la otra y las mata. En su órbita giran los espíritus mediocres. Evitan salir de ella y cruzar espacios nuevos; repiten que es preferible lo malo conocido a lo bueno por conocer. Ocupados en disfrutar lo existente, cobran horror a toda innovación que turbe su tranquilidad y les procure desasosiegos. Las ciencias, el heroísmo, las originalidades, los inventos, la virtud misma, parécenles instrumentos del mal, en cuanto desarticulan los resortes de sus errores: como en los salvajes, en los niños y en las clases incultas. Acostumbrados a copiar escrupulosamente los prejuicios del medio en que viven, aceptan sin contralor las ideas destiladas en el laboratorio social: como esos enfermos de estómago inservible que se alimentan con substancias ya digeridas en lo frascos de las farmacias. Su impotencia para asimilar ideas nuevas los constriñe a frecuentar las antiguas.
PRIMAVERA LLENA DE 'TEQUIEROS'
Esta es una primavera diferente:
Hay palabras de amor por todos lados.
Florecen los 'tequieros' en la gente,
contagiando a los demás enamorados.
Esta es una primavera incomparable,
se respira la fragancia de los verdes,
el universo se llena de actos amables
no hubo nunca nada así, que yo recuerde.
Esta es una primavera muy distinta,
los 'tequieros' van de un lado a otro,
ya no hay sangre vertida, solo hay tinta,
en las cartas de amor que escriben todos.
Esta es una primavera formidable,
mientras cupido a las parejas va flechando,
los 'te amo' siempre suenan agradables,
cuando palabras de cariño van llegando.
Ya no hay malas noticias deambulando,
solo se escuchan buenas en los noticieros.
¿Lo veré así porque me estoy enamorando?
¿O porque
...