La Ilustración
Enviado por ronaldinho100 • 2 de Agosto de 2013 • 1.478 Palabras (6 Páginas) • 366 Visitas
«La Ilustración significa el movimiento del hombre al salir de una puerilidad mental de la que él mismo es culpable. Puerilidad es la incapacidad de usar la propia razón sin la guía de otra persona. Esta puerilidad es culpable cuando su causa no es la falta de inteligencia, sino la falta de decisión o de valor para pensar sin ayuda ajena.Sapere aude es, por consiguiente, el lema de la Ilustración.»
Immanuel Kant
¿Qué es la Ilustración para Kant y cuales son las implicancias de estas en el desarrollo de la Revolución Francesa?
Para Kant, la ilustración es “la liberación del hombre de su culpable incapacidad”, incapaz en el sentido de imposibilidad de servirse de su inteligencia sin la guía de otro; culpable, porque su causa no reside en la falta de inteligencia, sino de decisión y valor para servirse por si mismo de ella sin tutela de otro. En otras palabras, la Ilustración para Kant es la liberación del hombre de la tutela de otro, pero no en sentido físico, sino, en sentido de pensar libre y autónomamente (incapacidad), para lo cual, necesita valor y decisión, es aquí donde adquiere, según Kant, caracteres de culpabilidad; culpabilidad de no ser lo suficientemente decidido y valiente para dejar de depender de otro. Así lo expresa al decir: “¡Sapere aude!, ¡ten valor de servirte de tu propia razón¡: he aquí el lema de la Ilustración”.
De esta “dependencia de otro” antes mencionada, es que Kant establece que tanto la pereza como la cobardía (tomadas, a mi juicio, estas como antónimo de decisión y valor), son causas de que una gran parte de la humanidad continúe a gusto en lo que él denomina “estado de pupilo”, es decir, que dependan de otro y esto ser cómodo a pesar de que la naturaleza nos libero hace ya tiempo; así da ejemplos como que si tengo un libro a mi disposición el me proveerá de inteligencia, todo lo cual, lo resume en la frase: “Si, puedo pagar no me hace falta pensar: ya habrá otros que tomen a su cargo, en mi nombre, tan fastidiosa tarea”.
Por otra parte, plantea que “los tutores” cuidan de que los hombres no salgan “del camino trillado donde se metieron”, mostrándoles, los peligros que les amenazarían de salir de esa franja; pero, plantea, que estos peligros no son tan graves y que con una cuantas caídas aprenderemos a caminar solos, ante esto, es difícil, plantea, para cada hombre en particular salir de esa incapacidad convertida casi en una segunda naturaleza; segunda naturaleza entendida, a mi juicio, como esa primera naturaleza que nos apresaba, nada más que ahora, era de otra forma. Además, plantea que era difícil que salieran de esa franja dado que nunca se le permitió al hombre emprender esa aventura o empresa, y, por este motivo, pocos son los que, con propio esfuerzo de su espíritu, han logrado superar esa incapacidad y proseguir, sin embargo, con paso firme.
Ahora bien, “¡Sapere aude!, ¡ten valor de servirte de tu propia razón¡: he aquí el lema de la Ilustración”, con esta frase, Kant quiere expresar que para que la Ilustración se lleve a cabo sólo necesita una cosa, la libertad; y la más inocente de estas, es decir, libertad de hacer uso público de su razón íntegramente; uso público el cual, debe estar permitido a todos y que es el único elemento que puede, según Kant, llevar la Ilustración a los hombres. El uso público, aclara Kant, pude entenderse como aquel que se realiza en calidad de “maestro”, dirigido al mundo de lectores. Pero, a la vez, establece que existen ciertos “intereses públicos”, en virtud de los cuales, no cabe razonar, sino que hay que obedecer, dado que, estos “intereses públicos” propenden hacia el bien de la colectividad o fines públicos, existiendo en ellos un cierto grado necesario de “automatismo”.
El concepto de “maestro” y de “intereses públicos” anteriormente esgrimidos, lo podemos explicar con el siguiente ejemplo que el mismo Kant plantea: “el ciudadano no se puede negar a contribuir con los impuestos (intereses públicos) que le corresponden; y hasta una critica indiscreta de esos impuestos, cuando tiene que pagarlos, puede ser castigada de escandalosa (pues podría provocar la resistencia general). Pero ese mismo sujeto actúa sin prejuicio de su deber de ciudadano si, en calidad de experto (maestro), expresa públicamente su pensamiento sobre a inadecuación o injusticias de las gabelas”. De esto se deviene, y así lo plantea
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