La Informatica
Enviado por • 5 de Mayo de 2014 • 2.068 Palabras (9 Páginas) • 185 Visitas
ENSAYO
LA INFORMATICA
Cuando, en julio del año pasado, Ray Kurzweil se reunió con el director general de Google -Larry Page- no estaba buscando trabajo. Kurzweil es un inventor respetado que se ha convertido en un futurista de la inteligencia de máquinas, y quería hablar de su próximo libro, How to Create a Mind. Le comentó a Page, quien había leído un primer borrador, que quería crear una empresa para desarrollar sus ideas sobre cómo construir un ordenador verdaderamente inteligente: uno que pudiera entender el lenguaje para después hacer inferencias y decisiones por sí mismo.
Kurzweil no solo se sintió atraído por los recursos informáticos de Google, sino también por el sorprendente progreso que la compañía ha hecho en una rama de la IA denominada aprendizaje profundo. El software de aprendizaje profundo intenta imitar la actividad de las distintas capas de neuronas en la corteza cerebral, el arrugado 80 por ciento del cerebro donde se produce el pensamiento. El software aprende, en un sentido muy real, al reconocer patrones en representaciones digitales de sonidos, imágenes y otros datos.
La idea de base, es decir, que el software pueda simular la gran variedad de neuronas del neocórtex en una 'red neuronal' artificial, tiene décadas de antigüedad, y ha dado lugar a tantas decepciones como avances. Sin embargo, debido a las mejoras en las fórmulas matemáticas y al uso de ordenadores cada vez más potentes, los científicos informáticos pueden hoy día modelar muchas más capas de neuronas virtuales que antes.
Extender el aprendizaje profundo a aplicaciones más allá del reconocimiento del habla e imágenes requerirá más avances conceptuales y de software, por no hablar de muchos más avances en potencia de procesamiento. Y es probable que no contemos con máquinas que todos consideremos capaces de poder pensar por sí mismas durante años, quizá décadas, si es que alguna vez logran crearse. Pero por ahora, según Peter Lee, director de Microsoft Research EE.UU., el "aprendizaje profundo ha reavivado algunos de los grandes retos de la inteligencia artificial".
La construcción de un cerebro
Se han dado muchos enfoques opuestos para superar esos desafíos. Uno de ellos ha consistido en aportar a los ordenadores información y reglas sobre el mundo, lo cual ha exigido a los programadores escribir laboriosamente un tipo de software que estuviera familiarizado con los atributos de, por ejemplo, un borde o un sonido. Eso ha llevado muchísimo tiempo y aún así los sistemas no pueden hacer frente a datos ambiguos. Se limitan a aplicaciones de corto alcance y controladas, como por ejemplo sistemas de menú de teléfono que te pidan que hagas consultas diciendo palabras específicas.
Las redes neuronales, desarrolladas en la década de los 50 poco después de los albores de la investigación en IA, parecía prometedora puesto que trataba de simular la forma en que el cerebro funcionaba, aunque de modo muy simplificado. Un programa traza un conjunto de neuronas virtuales y asigna valores numéricos aleatorios, o 'pesos', a las conexiones entre ellas. Estos pesos determinan cómo responde cada neurona simulada, con una salida matemática entre 0 y 1, ante una característica digitalizada, como por ejemplo un borde o un tono de azul en una imagen, o a un nivel de energía en una frecuencia particular de un fonema, la unidad individual de sonido en sílabas habladas.
Los programadores podrían formar una red neuronal para detectar un objeto o un fonema mediante el bombardeo de la red con versiones digitalizadas de imágenes que contengan esos objetos u ondas sonoras que contengan los fonemas. Si la red no reconoce con precisión un patrón particular, un algoritmo ajustaría los pesos.
El objetivo final de este entrenamiento era conseguir que la red reconociera de forma consistente patrones de discurso o conjuntos de imágenes que nosotros los humanos conocemos como, por ejemplo, el fonema 'd' o la imagen de un perro. Esto se parece mucho a la forma en que un niño aprende qué es un perro mediante la observación de los detalles de la forma de la cabeza, el comportamiento y otras características en animales peludos y que ladran, conocidos por las personas como perros.
Sin embargo, las redes neuronales iniciales solo podían simular un número muy limitado de neuronas al mismo tiempo, por lo que no podían reconocer patrones de gran complejidad. Acabaron languideciendo a lo largo de la década de los 70.
A mediados de la década de los 80, Hinton y otros expertos contribuyeron a un renacimiento del interés en las redes neuronales con los llamados modelos 'profundos', que hacían un mejor uso de varias capas de neuronas de software. Sin embargo, la técnica todavía requería una gran cantidad de intervención humana: los programadores tenían que etiquetar los datos antes de dárselos a la red. Y el reconocimiento del habla o imágenes complejas requería más potencia informática de la que entonces estaba disponible.
Finalmente, sin embargo, en la última década Hinton y otros investigadores hicieron algunos avances conceptuales fundamentales. En 2006, Hinton desarrolló una forma más eficiente de entrenar a las capas individuales de neuronas. La primera capa aprende características primitivas, como un borde en una imagen o la unidad más pequeña de sonido del habla.
Un ejemplo son los gatos. En junio pasado, Google hizo una demostración de una de las mayores redes neuronales creadas hasta ahora, con más de mil millones de conexiones. Un equipo dirigido por el profesor de informática de Stanford Andrew Ng y el Miembro de Google Jeff Dean mostró al sistema imágenes de 10 millones de videos de YouTube elegidos al azar.
Una neurona simulada en el modelo de software se centró en las imágenes de gatos. Otras se centraron en rostros humanos, flores amarillas y otros objetos. Y gracias a la potencia del aprendizaje profundo, el sistema identificó estos objetos discretos a pesar de que ningún humano jamás los había definido o etiquetado.
Una gran cantidad de datos
El entrenamiento de las numerosas capas de neuronas virtuales en el experimento requirió 16.000 procesadores, el tipo de infraestructura de computación que Google ha desarrollado para su motor de búsqueda y otros servicios. Al menos el 80 por ciento de los recientes avances en IA se pueden atribuir a la disponibilidad de más potencia informática, estima Dileep George, cofundador de la start-up de aprendizaje
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