La Isla D E Las Flores

LA ISLA DE LAS FLORES

En La Isla de las Flores es seguida hasta su verdadero final, entre animales, basura, mujeres y niños. Lo que en principio es presentado como comedia, se convierte rápidamente en una crítica dura, en la que se descomponen de manera sencilla los mecanismos de la globalización como sinónimo de pobreza.

El planeta tierra es testigo de los procesos realizados por la naturaleza, además, conoce el significativo del ser humano desde su aparición hasta hoy, un avance que, entre otras cosas, ha estropeado el libre desarrollo de la biosfera, desgastándola y acabando con ella; este voluntario detrimento ha provocado cambios en el orden natural de la cadena alimenticia, llevando al ser humano hasta lo más bajo de ella.

Bueno, yo pienso que aunque hay y debe haber diversidad en la tierra, no es posible que haya gente sin corazón como lo demuestran en el video.

Principalmente, el final resulta muy sorprendente, porque el tomate que tiró la mujer y que estaba en el vertedero, primero han tenido los cerdos preferencia y lo que no querían lo cogían seres humanos. ¡Son las sobras que se les dan a esos pobres e inocentes animales!

El vídeo refleja la desigualdad de las personas, el cómo hay gente que puede hacer y tener cosas a base del dinero. El ejemplo del tomate, nos muestra el bajo escalón social en el que se encuentran los habitantes de la Isla de las Flores, ya que la inmunda comida que recogen del vertedero es la que los dueños de los cerdos no ven apta para sus animales.

Como se puede apreciar en el video, esa “comida” puede traer muchas infecciones y si nos guiamos por la cadena alimenticia, esos cerdos que se comen los deshechos de los “pudientes” y derrochadores, luego serán comidos por seres humanos, por lo cual ellos también pueden contraer la infección y llevarles hasta la muerte, puesto que no sabemos con lo que nos podemos encontrar, ya que es basura.

Tanto el japonés que cultiva los tomates, como la mujer que los compra, el dueño de los cerdos, y la población de la isla son seres humanos, tienen el “dedo oponible y el telencéfalo desarrollado”, como nos han repetido continuamente.

En teoría, debido a estas características deberían de vivir con una igualdad de condiciones, tener los mismos derechos y deberes como ciudadanos de un lugar. Todo lo contrario a lo que hemos visto en el documental. Se manifiesta la realidad, en este caso de Brasil. Aunque en verdad la podamos encontrar a diferentes escalas en todos los países.

¿El hombre es libre?, en realidad no lo es, esta encadenado al destino, pues sus acciones tarde o temprano serán juzgadas y no es la justicia divina, es la vida propia, que en su propósito por permanecer, lo obliga a depender de su misma basura, la basura en la que ha convertido la tierra, ¿El hombre no tiene dueño?, si lo tiene, es la muerte, es ella la que nos tiene un futuro,

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