La Muerte De Artemio Cruz
Enviado por anayara • 25 de Agosto de 2012 • 2.772 Palabras (12 Páginas) • 861 Visitas
Carlos Fuentes, escritor mexicano nacido en 1928. Hombre de compromiso político y gran aficionado al cine, para el cual ha escrito diversos guiones. Autor de obras clásicas como Aura y La región mas transparente, ha destacado principalmente por sus novelas y ensayos.
En este relato, nos presenta a Artemio Cruz, un viejo militar de la Revolución de 1910 quien en su lecho de muerte nos lleva en un viaje entre el presente y el pasado, lo objetivo y subjetivo de los doce días decisivos en su vida. En su delirio lo acompañan su hija Teresa y su esposa Catalina, dos mujeres que siempre lo despreciaron en silencio y que sólo siguen a su lado en sus últimas doce horas de agonía por intereses monetarios. Padilla, hombre de confianza, único heredero no sólo de su fortuna sino de su reputación, se mantiene a lado de su jefe con la grabadora, como solían hacerlo en la casa de Coyoacán, sin perder la costumbre, sin doblegarse ni siquiera en el instante final.
Artemio narra con el YO el presente, esa versión distorsionada por el dolor, en la que las horas se pierden; con el TÚ los pensamientos que hacen eco en su conciencia; y con ÉL los pasajes imborrables de aquellos días llenos de amores, donde la guerra y las fatalidades lo marcaron cambiando irreversiblemente el rumbo de su vida y forjándose un destino en el que por medios violentos sometió a las personas que lo rodearon para conseguir su objetivo utópico de ser como los vecinos del norte.
Hijo ilegítimo nacido en 1889, fue el fruto de uno de los tantos amores “feroces y descuidados ii” de Atanasio Menchaca, su infancia fue feliz y sin complicaciones, donde disfrutaba de la naturaleza en su tiempo libre y se dedicaba a trabajar, aprendiendo todo lo que su tío Lunero le enseñaba. Hasta que un 18 de enero, presa de la ira y la consternación, mató a la persona que trató de llevarse a la fuerza al mulato, motivo por el cual tuvieron que huir.
Pasaron los años y Artemio se convirtió en todo un hombre; alto, de buen cuerpo, con pómulos pronunciados debajo de unos ojos verdes, cuando iba de pueblo en pueblo con las tropas se encontró un día con Regina, una joven con un temple admirable, quien se convirtió en su primer y mas grande amor pese a que él la tomó por la fuerza. Los dos estaban en ese entonces inmersos en la marea revolucionaria, ella le prometió encontrarlo en cada pueblo, seguirlo hasta el cansancio y lo cumplió hasta el día en que ella murió junto con otros soldados entre cañonazos y disparos. Los dos compartían una relación donde vivían el presente y nunca pensaban en el mañana, Artemio pensó incluso en abandonar todo por ella, desertar y convertirse en un hombre de familia, quería poseerla y jamás renunciar a ella, fue capaz de abandonar a un soldado herido con tal de no morir y así regresar a los brazos de su mujer. Aquella tarde en que Regina falleció, Cruz burló a la muerte, se fue en su caballo hacia el sur dejando todo atrás, ellos murieron, el sobrevivió.
Dos años después, las tropas se dirigían hacia el norte, tenían que cruzar la sierra de Chihuahua, era un terreno difícil donde sólo el general Francisco Villa conocía todas las mañas y rutas de la tierra. En el ascenso fueron sorprendidos por el enemigo, quienes a pesar de que venían del sur, derrotados, querían acabar con todos los carranclanes que se toparan en el camino, eran soldados de Villa “maestros de la sorpresa, de la fuga veloz después del golpe iii”. En el asalto Artemio Cruz cayó por el desfiladero y quedó gravemente herido, fue tomado como prisionero e intentó escapar antes de llegar a Perales, un pueblo de color pardo donde se vivía de milagro. Sus vanos intentos de escapar lo arrastraron a una celda que compartió con Gonzálo Bernal y un indio yaqui.
El coronel Zagal trato de negociar con Artemio para intercambiar su libertad a cambio de información relevante que pudiera ayudar a derrotar a las tropas de Carranza, pero Cruz se negó a proveer dicha información, por lo que no tuvo otra opción mas que sentarse en la celda a esperar la hora de su fusilamiento, a morir joven junto con aquellos dos desconocidos que lo acompañaban. Aquí es claro como Artemio no perdía la esperanza de que llegaran a rescatarlo antes de su ejecución, se mantuvo sereno en medio de la zozobra y se mostró leal a Carranza.
Durante la madrugada y al ver que ni el licenciado ni él podían conciliar el sueño se disponen a entablar una larga plática donde el Señor Bernal habla de su vida, de cómo se arrepiente de haber tomado ese camino y de lo que le gustaría poder volver a Puebla con su padre y su hermana. Es notorio como los personajes reflexionan sobre las circunstancias, se dan cuenta de que ya no pelean una Revolución para liberar a la gente, han perdido el sentido y ahora simplemente eligen un bando y mueren en vano, sin ser recordados. Con todas estas palabras, la fidelidad que había mantenido Artemio se desmorona, por lo que decide inventar algo creíble para ser liberado, se niega a morir junto con un traicionero como Bernal, y justo cuando decide negociar con Zagal, llega el ejército y lo salvan. Y una vez más, ellos murieron, el sobrevivió.
Y siendo Artemio Cruz un hombre que arriesga el todo por el todo, aprovechándose de los fracasos de los demás para enriquecerse, después de burlar al destino por segunda ocasión, viaja a Puebla y busca al padre del licenciado. Empieza a ganarse su confianza, a infundir miedo, planea quedarse con toda la fortuna y las propiedades de los Bernal. Don Gamaliel cede a la presión, regala a su hija, la obliga a casarse con Artemio a pesar de que ella ama a otro. Años después muere el padre de Catalina y ella pierde todas sus esperanzas. Debido a la muerte de su hermano y la huida del hombre que amaba, tiene que resignarse y aprender a vivir con su esposo a quien odia de día y ama en las noches. Se vuelve una mujer callada que acepta todo sin cuestionamientos, lo hace por que no tiene otra opción, por sus dos hijos. Artemio sabe, no necesita escucharlo de los labios de su mujer, el siente el desprecio por parte de Catalina, aunque a la vez sabe que ella no puede abandonarlo, no es tan fuerte, no es capaz.
Es claro como ella sufrió por años viviendo a lado de un hombre al que su conciencia la obligaba a aborrecer, “Oh, qué debilidad; siempre el despertar, esta debilidad, este odio, este desprecio que no acabo de sentir… cuando despierto y miro su cuerpo dormido junto a mí… vi”.
Con los años, Cruz llego a ser diputado, y es muy notorio como la traición era necesaria para sobrevivir en el ámbito político. Si quería conservar toda su riqueza, que tantos años de chantajes le había costado, tenia que cambiar de bando constantemente, siempre apoyando al que estuviera arriba, con más probabilidad de ganar, los más poderosos,
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