La Persona Como Sujeto Moral
Enviado por estrellitaluna3 • 10 de Febrero de 2014 • 837 Palabras (4 Páginas) • 1.421 Visitas
LA PERSONA COMO SUJETO MORAL 09/10/2013
La conciencia moral es la responsable de procesar, deliberar y decidir las acciones a seguir por las personas. La conciencia es aquello que vincula a la persona consigo misma y con Algo más que sí misma. Podemos percibir a nuestra conciencia a través de dos metáforas: la de la voz y la del tribunal. La primera, no siempre la escuchamos con claridad, es como un murmullo sutil y para lo cual el ser debe aplicar su interpretación y discernimiento. Todos los seres humanos tienen en su interior esa voz, yo la llamo “la voz de Dios” o el sentido común. La segunda (metáfora del tribunal), identifica a la conciencia como un juez, que evalúa nuestra conducta, acciones, inclinaciones y sentimientos y emite su veredicto de culpabilidad o inocencia, esto evidencia el carácter sancionador de la conciencia y pone de manifiesto su fragilidad, ocasionando fuertes sentimientos de culpabilidad que agobian y oprimen al ser humano, llevándole a otra metáfora, la del remordimiento. En sentido opuesto, existe la conciencia laxa, la que no imprime ningún sentimiento de culpa. Lo ideal es mantener la conciencia en equilibrio nos permite liberarnos de culpas o angustia frente a señalamientos externos. A través de la conciencia de tribunal juzgamos nuestras acciones y la propia ley jurídica y moral. La conciencia se fundamenta en principios éticos. La responsabilidad es aquello que nos llama a acompañar nuestra ética como sujetos morales, cada ser humano es responsable de sus actos y de sí mismo, por lo que no puede ceder el significado de su individualidad a otros seres. Cada uno de nosotros es responsable frente a la vida y de responder a su llamado y nuestra misión frente a la misma, el ser responsable significa respetarme y respetar a los otros, lo que estamos. Todos los seres humanos nacimos para ser libres, esa libertad es un regalo, todos ejercemos el derecho a decidir y tomar responsabilidad sobre los resultados de las elecciones por las que optemos. El acto de decidir, no es totalmente arbitrario, responde a un sentido, a la forma de responder al llamado de la vida. Básicamente creo que un principio que fundamenta y valida nuestro derecho a la libertad es el respeto a la libertad de los otros, visualizando de manera responsable los límites, establecer dónde terminan mis derechos y comienzan los de los demás. Nadie, sino nosotros mismos, nos castiga o premia por las consecuencias de nuestros actos; si en algún momento, al obrar bien, éticamente hablando, se obtuviesen resultados negativos, no necesariamente es como un resultado de nuestros actos sino una enseñanza que debemos asumir e incluso agradecer. Nuestros actos y nuestras omisiones generan consecuencias, no solamente al obrar mal, sino al dejar de hacer lo debido. Junto a la libertad está íntimamente ligada la responsabilidad, y no solamente se ejecuta a nivel personal e individual, pues cada una de nuestras acciones
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