La Verdad De La Praxis
Enviado por juanluis123456 • 14 de Octubre de 2013 • 517 Palabras (3 Páginas) • 253 Visitas
La palabra nicus tiene una pluralidad de significados en la terminología
aristotélica : además de indicar en general la facultad par la cual el
hombre razona, el intelecto es una disposición natural, una virtud. Como
es sabido, Aristóteles distingue las virtudes en éticas (entre: las cuales prima
la justicia) y dianoléticas, o intelectuales, entre las que coloca el intelecto
: esta distinción se entiende en sentido, relativo, porque las virtudes
son «truth-attaining habits» (6) . La filosofía de las virtudes supone
una confianza en la capacidad del hombre para conocer la verdad y la
justicia : en la misma naturaleza humana hay un principio , según el cual
el hombre puede regular la propia conducta . En el De aw¡Ma (334 b 16)
se afirma que el hombre -,a diferencia del animal- está guiado por una.
opinión común. Las virtudes no son independientes de las pasiones (7),
y la ética no está desvinculada de la fisiología : en lenguaje moderno debernos
decir que se ignora la distinción entre «ser» y «deber ser». El intelecto,
en suma, no sirve solamente para intuir los principios de la de
mostración, sino también los últimos términos, los fines a los cuales debe
ser subordinada la acción (E . N., 1143 a 35) : y respecto a estas cosas es
sentido, percepción . Por lo tanto es fuente de verdad y no solamente un
medio para su búsqueda (E. N.,, 1141 a 1) .
Queremos ahora llamar la atención sobre dos grandes manifestaciones
normativas del intelecto , práctico (8) : el arte y la prudencia . Al arte y a
la prudencia corresponden, respectivamente, el dominio del 7o t a 7 v y del .
7cóáics,v . En el primer caso la acción hace referencia al resultado (una
casa, un par de zapatos) ; en el segunda se considera la acción desde el
punto de vista de la intención, de su justificación, del uso, de la libertad .
Podemos emplear para los dos sectores la terminología producción (sabermoderno,
temeroso de no adaptarse a la reflexión moral como tal, por encontrarse
desprovisto de una preceptiva ética propia, por carecer de una solución del problema
moral, que ofrecer como la suya» . Téngase presente que para ARISTóTELEs
(ALLAN, op . cit,, pág. 14) « . . . moral knotivledge has for its function not m~erely -
the deliberation about means, but the perception of the ends of human activities» ..
(6) J . L. STIGEN, The Structure of Aristotle's Thought, Oslo-Nueva Yor, 1966,
página 275 . La tendencia a lo «verdadera» no excluye el error : se identifica con
la actitud moral de quien se opone a lo falso : cfr . L. REcas, L'opiníon selon Aristate,
París-Otativa, 1935, pág . 168.
(7) Las virtudes, en suma, no son
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