La diversidad de las aspiraciones de los jóvenes
Enviado por • 13 de Febrero de 2015 • Ensayo • 848 Palabras (4 Páginas) • 185 Visitas
Todo el mundo quiere ser alguien. Es un hecho de la vida. Creo que el deseo de ser alguien es inherente a toda alma viviente de este planeta. No importa ni quienes somos ni de donde procedemos, el caso es que en lo más profundo de nosotros mismos todos creemos ser especiales, ser diferentes.
Todo el mundo crece con esta clase de sentimientos. Cuando somos jóvenes y jugamos a indios y vaqueros, todos quieren ser el sheriff. Los chicos que ven la televisión quieren ser astronautas, o delanteros del equipo o bailarina de ballet, o médico. Ven los juegos olímpicos en la televisión y quieren ser esquiadores o figuras destacadas y ganar una medalla de oro. Todos los chicos son soñadores. Para ellos es algo tan natural como el respirar.
Recientemente, la maestra de una clase de quinto grado de Atlanta pidió a sus alumnos que escribieran cuáles eran sus aspiraciones para seguir una carrera en el futuro. Sus respuestas demostrarán a qué me estoy refiriendo:
El niño más pequeño de la clase tenía intención de ganar una medalla olímpica en natación.
Dos niñas querían ser presidentas de los Estados Unidos. (Una de ellas también consideraba la idea ser abogada o juez)
Un chico, que resultó ser el cuarto de la clase, no pudo decidirse entre estrella de cine rock (Supongo que será ambas cosas).
Un chico llamado Jasón mostró la case de ambición que a mi me encanta. Además de querer ser piloto de un F-4 o explorador del espacio, dijo que quería convertirse en “delantero de los Dallas Cowboys y ser cada temporada el mejor jugador del año, y llegar cada año a la Supercopa, y ganarla...”
No hay nada insólito en las aspiraciones de éstos jóvenes. Todos ellos juegan a “cuando yo sea mayor”. Mientras son jóvenes, nunca se les ocurre pensar que existen obstáculos o barreras que se opongan a sus sueños. Sus mentes están llenas de posibilidades. Aún no han descubierto que la sociedad es amable con las personas que no rompen la armonía existente. No han aprendido todas las cosas que se supone uno debe decir o pensar.
Sus mentes son libres para fraguar los sueños más grandes que puedan abrigar sus corazones. No saben nada de obstáculos; simplemente, conocen cuál es su deseo. Contemplan su futuro y ven una enorme puerta abierta que conduce hacia él. ¿Y por qué no? Todo lo que les rodea son fuentes positivas de estímulo. Se encuentran protegidos en una especie de capullo, rodeados de padres, tíos, tías y maestros que no hacen otra cosa que decirles lo especiales, lo inteligentes, lo guapos y maravillosos que son. Se sienten como si fueran el centro del universo.
La sensación de la noche del viernes
Enseñé en la escuela secundaria durante siete años, y fue una época maravillosa. Como entrenador, me encantaban las noches de los viernes. Los muchachos del
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