La maldad en la naturaleza humana
Enviado por mariafer9898 • 15 de Septiembre de 2017 • Ensayo • 1.467 Palabras (6 Páginas) • 382 Visitas
Universidad de la Sabana
Familia y Sociedad
Realizado por: Camila Ferro, Andres Felipe Daza y María Paula Sánchez
Marzo 08, 2017
La maldad en la naturaleza humana
De Acuerdo con Freud “el hombre es una bestia por naturaleza”, es decir, que no es posible que las personas sean buenas por naturaleza. Nacemos con un pequeño porcentaje de maldad dentro de nosotros y según Freud esta es una fuerza incontrolable que llevará a los individuos y a la sociedad al caos y la destrucción. Dentro la recopilación de videos se habla de cómo diferentes personas han usado esta filosofía para el control de las masas. Una de las personas que utilizó por primera vez esta teoría fue Edward Bernays, el sobrino de Freud, el cual vivia en America cuando comenzó a experimentar con la teoría de su tío.
Bernays fue uno de los hombres más influyentes en el siglo XX, en donde y con pocas palabras logró mostrarle a las empresas americanas como convencer a las personas de comprar cosas que no necesitaban. Eventualmente de esta teoría saldría un movimiento político conocido como “el siglo del yo”.
Para entender bien esta teoría toca entender lo que Freud estaba intentando infundir en las personas en el siglo XX en Viena, él intentaba que las personas entendieran la importancia de expresar los sentimientos internos, pero para poder expresarlos primero se tiene que realizar un autoconocimiento de uno mismo y para esto hay que cuestionar a la sociedad como a todas las cosas que lo rodean a uno. Con el tiempo este famoso filósofo comenzó a crear su teoría sobre el subconsciente y como esta no puede ser controlada por las personas, es decir por la conciencia. La sociedad Europea, o en este caso de Viena no le interesaba cuestionar su entorno, lo que hizo que la teoría de Freud fuera rechazada, pero cuando la guerra explota en 1914, Freud demuestra que su teoría es correcta, en donde el lado primitivo de las personas siempre va a estar presente en el cuerpo humano, siendo tanto parte del subconsciente como del consciente humano.
Más adelante, Bernay se había propuesto encontrar la forma en la que pudiera manejar y modificar la forma en la que las masas pensaban y sentían; al mismo tiempo se había preguntado si era posible para el ganar dinero manipulando el subconsciente de las personas. Fue contratado por una empresa Americana para lograr incrementar la venta de cigarrillos en las mujeres de la mitad del siglo XX, para lograr esto primero tocaba destruir un tabú social en el que se estipulaba que las mujeres refinadas no deben fumar, para esto comenzó pensando en la forma de afectar las emociones irracionales de las personas y para esto comenzó con las clases populares como experimento.
Creo una propaganda social para las mujeres a favor del cigarrillo, lo promociono como “Las antorchas de libertad”. Con esta pequeña frase logró un impulso social en el que se demostraba que el cigarrillo también le puede dar poder a las mujeres; como esta antorcha puede retar la masculinidad del hombre dándole poder al género femenino, pero al mismo tiempo le dio poder a las industrias tabacaleras El principal objetivo de Bernay era demostrar cómo por medio de objetos irracionales se pueden crear símbolos emocionales, como lo fue en este caso el cigarrillo para las mujeres.
Bernay ayudó a cambiar la mentalidad popular del pueblo americano, volviendolo mas vanidoso y materialista. Creo un modo de expresión social similar al que Freud intentaba fomentar en Viena en el comienzo del siglo XX, el cual era expresar la esencia del yo a otras personas, en este caso Berney logró difundir en la sociedad que era posible demostrar la esencia del yo interior comprando objetos, es decir las personas dejarían de adquirir cosas no por necesidad, sino para expresar lo que hay en su interior.
Bernay se volvió famoso al entender como la personas pensaban y comprenden la mente de las masas pero se mantiene siempre la constante idea de que a Freud no le gustaba el humano, y la primera guerra mundial lo hizo ver que los humanos eran más peligrosos de lo que él pensaba.
La ingeniería del consentimiento: estimulando los deseas íntimos de la gente y después asociándose a productos de consumo creó una forma de dirigir el pensamiento irracional de las masas. El yo consumidor y que sobre estimulando las masas psicológicamente los dirigentes podían hacer lo que quisieran, fueron algunos de los aportes de Bernay.
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