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La politica y el problema de las manos sucias


Enviado por   •  23 de Octubre de 2018  •  Ensayo  •  1.403 Palabras (6 Páginas)  •  325 Visitas

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La política y el problema de las manos sucias

Historia

Primeramente, para entender el tema de las manos sucias en la política, es bueno investigar la historia que fundamentó este término, “Las manos sucias”, un texto del filósofo Jean Paul Sartre, es una herramienta útil a la hora de diseñar el significado de la política en su real dimensión. Es el caso de tener que comprometer las propias convicciones morales con vistas a obtener algunos fines políticos más deseables; en pocas palabras, el hecho de que a veces lo malo resulta lo correcto que hay que hacer.

El escrito de Sartre tiene muchas interpretaciones, pero la más notoria sería que nadie se puede librar de las consecuencias de sus acciones y menos si se ha manchado las manos de sangre.

Maquiavelo recalca en algunas ocasiones que la necesidad de "manos sucias" forma parte de la condición humana más que de la condición política en sí. Afirma que "un hombre que desee practicar la bondad en todo momento encontrará su ruina entre tantos no tan buenos" según esta cita se puede deducir que el dilema de las "manos sucias" no solo apañe a la política, sino que toda persona se ve obligada, bajo algunas circunstancias, a actuar de forma "inmoral ".

Elementos fundamentales

El desafío de Maquiavelo

Uno de los grandes teóricos de la ciencia política, escribió acerca de las acciones que tienen que realizar los gobernantes a favor del bien común, indica que algunos funcionarios se relacionan de un modo distintivo con los males a veces necesarios de la política. Pero si se considera que actúan con el consentimiento democrático de los ciudadanos, entonces no se les puede imputar más responsabilidad.

A mi criterio lo interesante de un autor como Maquiavelo no es que sea un “ejemplo a seguir”, sino lo que nos dice de las ciudades donde habitó y lo que nos puede decir de lo que estamos haciendo con las nuestras, se puede convertir en un pensador útil para defender la superioridad de la política, la democracia y las ciudades a la hora de definir los cambios de nuestras sociedades.

De su escrito el príncipe me llama más la atención que se indique que solo existen dos formas para “ser príncipe”, por medio de perversidades y delitos; y la otra a través de la ayuda de los conciudadanos, claro siempre concluyendo que independientemente de la manera que se use, todo recae en intensidad de la crueldad que se usó.

Yo prefiero pensar en un gobernante con formación académica y ética, no se debería aceptar que, por el bien de nuestro país, exista legalidad formal sin fundamentos éticos, se debe tener presente que el fin propio de la política es el bien común. Por esto el político debe estar bien preparado, tener buenos programas de gobierno, saber administrar los recursos públicos que se le confíen y pertenecen a todos, saber dialogar, respetar la ley, buscar consensos y dar cuenta de su gestión a la población.

Examen del debate actual

A lo largo de la historia de la humanidad, la política ha hecho crecer disputas entre personas e ideas, entre los que tienen la razón y los que no, en definitiva, entre los buenos y malos. Maquiavelo advirtió, para los que estudian la actividad política, un espacio importante al considerar el oficio de gobernar en una dimensión más consecuente con la realidad, haciendo la diferenciación entre el deber ser y los hechos políticos tal y como son. Supongo que este escritor jamás se imaginó es que sus recomendaciones serían de tanta “utilidad” para los actores políticos que hoy se desempeñan en regímenes democráticos.

En la acción política es vital establecer constantemente la diferencia entre lo posible y lo probable, en el caso de Costa Rica en esta última campaña se pudo observar como muchas promesas electorales que son falsas son formuladas en una dinámica de competencia política, porque es lo que pueblo quería escuchar, ya que se arreglan con el discurso de campaña del candidato conforme a sus asesores de marketing.

Y con relación al concepto de manos sucias, indicado por Weber y Walzer, se refiere a un político que aparece como una Figura trágica. EI hombre bueno no tendrá nunca prisa para evadir las reglas, sino que esperará hasta que no tenga más opción y actuará solo para evitar consecuencias inminentes y previsiblemente desastrosas. Pero naturalmente es bien sabido que eso no aplica para nuestros políticos, los nuestros y los de otros lugares, no suelen parecerse a esa imagen, por lo contrario, más bien tienen que ver con el gobernante maquiavélico,

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