La separación de lo humano y lo animal

El club de la lucha

La separación de lo humano y lo animal, a través de la historia, no ha sido una tarea fácil para quienes han intentado establecer una diferencia entre estos dos conceptos. Pero, ¿Por qué la necesidad de separar el animal del hombre?. Pudiera parecer a simple vista, que no es más que un estudio de la biología que intenta clasificar u ordenar al hombre como parte de un sistema de seres vivos que han evolucionado de un antecesor, es decir, como un componente más de la naturaleza; sin embargo, al cuestionarnos sobre cuál es la diferencia que tenemos con los animales, solemos producir respuestas que intrínsecamente van enfocadas hacia el creernos la máxima figura existente sobre la tierra, y en repetidas ocasiones cuesta darnos cuenta que las diferencias radican en acontecimientos que un animal no realizaría sin que el ambiente u entorno lo obligara.  

Es importante tener en cuenta que existen acciones realizadas por el hombre que son de índole orgánico, que como afirma Bichat “son la repetición de una serie de funciones, para llamarlas de algún modo, ciegas y privadas de conciencia” (Citado en Lo abierto, 2009, p. 33). Son estas mismas acciones las que se comparten, a su vez, con la vida vegetativa, que realizan procesos de nutrición y movimientos sin siquiera tener razón de ello.

Para que exista una diferenciación, antes que nada, de la vida vegetal con el animal, se debe tener en cuenta que es este último el único que logra una relación con el mundo exterior. Es decir, que el animal toma su apertura en el ambiente y de la misma forma actúa bajo las condiciones que vaya encontrando en su medio. Hasta ahora, y según lo expuesto por Agamben, no existe ningún disentimiento entre lo humano y lo animal. Tendríamos que repensar las acciones que realiza el hombre, pero no el animal, y es allí donde podemos tomar como ejemplo la realización de actos culturales, peleas y en ocasiones guerras, sin ningún fin en si mismo; acciones que ni siquiera un animal, a quien se le atribuye una inferioridad, realizaría sin tener algún motivo que se encuentre en su medio y que lo lleve a realizarlo.

Podría esta última parte estar relacionado a lo planteado por Agamben (2007), quien afirma en una parte de su texto que:

Así, al extremo, todo japonés, en principio, es capaz de proceder por puro snobismo a un suicidio perfectamente "gratuito", que no tiene nada que ver con arriesgar la vida en una Lucha emprendida en función de valores "históricos" con contenido social o político. (p.26)

Aunque el hombre y el animal compartan una vida vegetativa y una relación con el exterior, el hecho de que el hombre se haya convertido en un ser con la disposición para actuar bajo el esnobismo, no significa otra cosa mas que ha adquirido la suficiencia de “aburrirse”. Esto explicaría el porque de acciones como: cantar, bailar, practicar algún deporte, realizar peleas, y en ocasiones hasta hacer el ridículo, como es el caso de ciertos youtuberos.

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