La universidad en contexto humanistico

Los autores citados confluyen en la idea de que la universidad es el espacio para desarrollar un proyecto de vida que sobresalga y rebase los tecnicismos y encasillamientos de una profesión o estudio en específico, consideran a la educación como un momento de adquisición del conocimiento como un gran tesoro y que a través de la comunicación del conocimiento es un bien invaluable.

Creen en la unidad del conocimiento entendiéndolo como el nicho adecuado para el debate, confrontación, planteamiento de interrogantes e investigación en su sentido más  extenso, promueven  la universidad como el espacio donde confluyen todas las ciencias y el conocimiento en general.

El rol que cumple la universidad históricamente viene siendo un reflejo del más puro anhelo por encontrar un devenir de bienestar y dicha para el ser humano y a la naturaleza o medio ambiente que nos rodea. Desde su formación, fue creada como un espacio para transmitir ideas, conocimiento, valores, ciencia y cultura en general como nos  lo cita Agustín del Agua (2010) u Ortega y Gasset (1930).

Aquella sagrada y noble tarea ha sido en gran parte el motor para el avance franco de la ciencia, el arte y la tecnología; en esa incansable búsqueda de la verdad, acuñada por varios autores se plasma la necesidad por dar luces en momentos de oscuridad, es por ello que la ciencia resurgió posterior a la edad media y  reconstruyo su entorno para desarrollar investigación, la universidad será por excelencia el escenario donde se discuta, analice e investigue acerca de los grandes y graves problemas que atañen al ser humano y la sociedad, esto pasa por abordar interdisciplinariamente varias problemáticas, como la conservación del medio ambiente por ejemplo.

Particular énfasis hay que manifestar sobre el carácter a veces unilateral que pueda tiene la formación académica sobre un estudiante universitario, la iglesia como partícipe del quehacer en la universidad  aboga por dar un sentido integral a esa formación, humanizando y otorgando un sentido más cercano a hombre y sus necesidades, promoviendo valores y conquistas como la equidad y la libertad como símbolo de dignidad en el ser humano tal como lo referencia el Papa Francisco (2010).

La universidad es también el catalizador para anclar los cambios necesarios que la sociedad requiere hoy en día, aspecto nodal es la cultura como detonante de manifestaciones subjetivas positivas en las personas, la universidad también es el escenario idóneo para el quehacer artístico y cultural como elementos cruciales que motiven a las sociedades y que en general promueven altos valores humanos.

Considero en general que la universidad a la par, y en comunión con el trabajo que desarrolla  la iglesia y la fe católica aportan de manera positiva en el consolidar sociedades más humanas, que coordinen esfuerzos en pos de enriquecer la formación estudiantil, respetando las diferencias y encontrándonos en la vocación de servicio como legado de Cristo humano.

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