“La vida desde el carácter de la voluntad de poder”

UNIVERSIDAD CATÓLICA BOLIVIANA “SAN PABLO”

UNIDAD ACADÉMICA REGIONAL COCHABAMBA

Departamento de Ciencias Sociales y Humanas

Carrera de Filosofía y Letras

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“La vida desde el carácter de la voluntad de poder”

Tesis de Licenciatura en Filosofía

Ariel Arturo Saavedra Cáceres

Cochabamba - Bolivia

INTRODUCCIÓN

La ‘voluntad’ es conocida comúnmente, como aquella que nos permite tener actos de poder, es una fuerza que descansa en nuestro interior. La voluntad de poder es una voluntad, en la que hay una pluralidad de instintos, pulsiones, inclinaciones diversas, psicológicas, y tiende a su autoafirmación: no se trata de voluntad de existir, sino de existir siendo más. 

El cometido, es analizar el carácter de la voluntad de poder extraído desde las bases teóricas de Friedrich Nietzsche, para descubrir el sentido real de esta y su manifestación en la vida del ser humano.  La voluntad de poder desde el planteamiento Nietzscheano, descansa en la conquista y autodominio de uno mismo, acceder a una voluntad libre, a una voluntad de poder afirmadora, creadora y que esté por encima de la misma inteligencia.

En cuanto al método nos apoyamos en el analítico-sintético, el mismo que consiste en la desintegración de un todo descomponiéndolo en sus partes más simples, para observar con claridad y analizar de forma muy particular cada concepto que sea encontrado.

1. Aproximación al concepto de voluntad.

Este concepto en el curso de la historia, ha sido analizado y definido desde varios puntos de vista, entre los más relevantes podemos señalar los siguientes:

• Psicológicamente. La voluntad considerada como una facultad humana que tiene como expresión cierto tipo de acto psíquico.
• Moralmente. En una relación con los problemas de la intención y con las cuestiones concernientes a condiciones requeridas en un canon de perfección para alcanzar el bien.
• Teológicamente. Se ha usado para poder caracterizar un aspecto fundamental  que es el de la realidad o personalidad divina.
• Metafísicamente. Como un principio de las realidades y como motor de todo cambio.

Por lo que se entiende este concepto de voluntad, cabe señalar que es una abreviatura de actos concebidos como voluntarios; por otra parte a la voluntad se le ha denominado como elemento impulsor de actos continuos que en cierto modo van desde los propios instintos de cada ser viviente. Para aclarar y buscar el verdadero significado, es importante apelar a las diversas opiniones acerca de la voluntad; tomando algunas ilustraciones de algunos autores que más importancia han tenido. Platón y Aristóteles, consideraron a la voluntad como una facultad que se halla por debajo de la razón que es la que dirige al hombre.

Pareciera que la voluntad en sí misma no posee un carácter racional, si no fuese así la pregunta que deviene es la siguiente. ¿La voluntad refiere simplemente a seguir los instintos y estar dominada por ellos? Quizá valga hacer una aclaración que la voluntad que tratamos de entender es  la nuestra, es decir la voluntad humana dirigida por el carácter racional. Si esto es una afirmación valedera, entonces la voluntad pertenece  a la inteligencia y no así a los instintos.

1. La voluntad y su alcance tradicional.

La tradición aristotélica-tomista, la consideraba una facultad del alma; la psicología una capacidad de la mente; en cambio para Nietzsche, es una manifestación de una fuerza que está más en lo profundo de nuestro ser. La voluntad de poder, es una voluntad, en la que hay una pluralidad de instintos, pulsiones, inclinaciones diversas, psicológicas, y tiende a su autoafirmación: no se trata de voluntad de existir, sino de existir siendo más. 

La voluntad de poder, es la esencia fundamental de la vida del ser humano, es el principio básico de su realidad; a partir del cual se desarrolla toda la fuerza que ejerce la autoconservación.^[1] 

Ahora bien, para buscar más respuestas y tratar de entender más a profundidad el concepto de voluntad. Hobbes^[2] con su propia definición acerca de la voluntad señala “que es el último apetito en la deliberación”^[3] , entendida como una de las acciones últimas e importantes, ya que de esta dependen las demás, es como el último esfuerzo de un deliberar toda la suma de deseos, hostilidades, esperanzas y hasta los mismos miedos; si la voluntad fuese en sentido estricto ese apetito de los deseos, los animales también tendrían esa voluntad, porque sencillamente podemos deducir que también ellos tienden a decidir sus deseos insatisfechos instintivamente. Por otra parte Hume, señala que la “voluntad es la impresión interna que sentimos y de la que somos conscientes cuando, con pleno conocimiento, hacemos surgir cualquier nueva emoción de nuestro cuerpo o percepción de nuestro espíritu”^[4]

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