Lecciones preliminares de filosofía

Lecciones preliminares de filosofía

Nombre: THANIA LIZETH GARCIA CARVAJAL

Curso: 11-1  

Lección XXI

HERNANDO REVELO

EL IDEALISMO DESPUÉS DE KANT  

REALISMO E IDEALISMO. LO "EN SÍ" COMO ABSOLUTO INCONDICIONADO. PRIMACÍA DE LA MORAL. LA FILOSOFÍA POSTKANTIANA. FICHTE Y YO ABSOLUTO. SCHELLING Y LA IDENTIDAD ABSOLUTA. HEGEL Y LA RAZÓN ABSOLUTA. LA REACCIÓN POSITIVISTA. LA VUELTA A LA METAFÍSICA.  

Realismo e idealismo  

 Para el idealismo, lo existente no son las cosas, sino el raciocinio; éste es lo existente, pues es lo exclusivo de que yo tengo velozmente una intuición. El raciocinio es, por una sección, pensamiento de un individuo que lo supone; y, por otra, es pensamiento de algo pensado por aquel individuo; por lo cual el raciocinio es en esencia una correlación entre individuo pensante y objeto pensado. Aquel pensamiento, de esta forma, en dicha forma, por ser justamente correlación, interacción inquebrantable entre individuo pensante y objeto pensado, remueve precisamente la cosa o substancia "en sí misma". No hay ni puede haber en el raciocinio nada que sea "en sí mismo" pues el raciocinio es dicha interacción entre un individuo pensante y un objeto pensado. Ya que en Descartes, en los de Inglaterra sucesores de Descartes, en Leibniz, a lo largo de todo el siglo XVII y parte importante del XVIII, sigue palpitante; inextinguible la iniciativa de la cosa en sí, es decir la iniciativa de la realidad de algo existente, y que es, independientemente de todo pensamiento e independientemente a toda interacción. De esta forma es que la complejidad enorme con que tropezaron los primeros lectores de Kant ha sido entender dicha fácil cosa de que el raciocinio es, él mismo, una correlación entre individuo pensante y objeto pensado. Y la complejidad está en que se debe derrotar la propensión realista; ya que aun tomando la tesis idealista en la manera en que acabo de expresarla, aún seguramente ustedes poseen dicha propensión realista que se basa en creer que el objeto pensado es primero objeto y después pensado. Y no; no es de esta forma; sino que el objeto pensado es objeto una vez que y ya que es pensado; el ser pensado es lo cual lo constituye como objeto. La actividad del pensar es la que crea el objeto como objeto pensado. No es, puesto que, que el objeto exista, y después llegue a ser pensado (que esto podría ser el residuo de realismo todavía palpitante en Descartes, en los de Inglaterra y en Leibniz) sino que la tesis importante de Kant estriba en esto: en que objeto pensado no significa objeto que primero es y que después es pensado, sino objeto que es objeto ya que es pensado; y el acto de pensarlo es paralelamente el acto de objetivarlo, de concebirlo como objeto y darle la cualidad de objeto. Y igualmente, en el otro extremo de la polaridad del pensamiento, en el extremo del individuo; no es que el individuo sea primero y por ser sea individuo pensante.

 Empero Kant muestra realmente bien que el individuo, la substancia, es además un producto del pensamiento. De manera el individuo pensante no es primero individuo y después pensante, sino que es individuo en la correlación del entendimiento, ya que cree, y en tanto y en cuanto que cree.

Lo “en sí” como absoluto incondicionado  

Aquellos gérmenes son primordialmente 2: primero, dicha "cosa en sí" que Kant ha logrado remover en la interacción de entendimiento, dicha cosa "en sí", si nos fijamos bien en lo cual significa, pudimos encontrar que su sentido es el de saciar el ansia de unidad, el ansia de incondicionalidad que el ser humano, que el motivo humana siente. Si en impacto el acto de conocer se basa en situar una interacción, una correlación entre el individuo pensante y el objeto pensado, resulta que todo acto auténtico de conocer está irremediable- mente sentenciado a estar sometido a condiciones; o sea, que todo acto de entendimiento conoce, en impacto, una interacción; empero dicha interacción, pues lo es, pues es interacción, expone velozmente nuevos inconvenientes, que se resuelven rápidamente además por medio de el establecimiento de una totalmente nueva interacción; y en esto de anudar interrelaciones, de deter- minar razones y efectos, que paralelamente son razones de otros efectos y que paralelamente son efectos de otras razones; en esta decisión de una red de colaboraciones, el anhelo cognoscitivo de las personas no descansa.

El razonamiento aspira hacia él; y entonces, aquel absoluto incondicionado se convierte para Kant en el ideal del entendimiento, en el concepto al cual el razonamiento propende, hacia el cual se dirige o como Kant mencionaba además: en el ideal regulativo del entendimiento, que im- prime al entendimiento un desplazamiento continuamente hacia adelante. Sin embargo aquel absoluto, como un ideal al cual se aspira, es el que da columna vertebral y composición formal a todo el acto constante del entendimiento. Esta iniciativa novísima en la filosofía (que podríamos manifestar mencionando: que lo absoluto en Kant deja de ser presente para transformarse en potencial) es la que cambia por completo la faz del entendimiento científico humano; pues entonces, el razonamiento científico resulta ahora no un acto exclusivo, sino una serie escalonada y eslabonada de actos, sensibles de completarse unos por otros, y por lo tanto propensos de progresar, de incremento.

Primacía de la moral.  

La filosofía que ocurre a Kant, toma su punto de inicio de aquel absoluto, que para Kant es el ideal del entendimiento por una sección, y por otra, el grupo de las condiciones "a priori" de la probabilidad de la conciencia moral. Kant había tomado como punto de inicio de la filosofía la reflexión sobre la ciencia físicomatemática, allí que existe, como un producido; y además la reflexión sobre la conciencia moral, que además es otro producido, o, como Kant dice, "factum", elaborado de el motivo práctica.

Sin embargo, los filósofos que siguen a Kant abandonan aquel punto de inicio de Kant; por el momento no toman como punto de inicio el razonamiento y la moral, sino que toman como punto de inicio lo "absoluto". Empero paralelamente, menciono que se asemejan a Kant; pues de Kant han tomado este nuevo punto de inicio.

La filosofía post-kantiana.  

Segundo, además es común a los 3 enormes pensadores que siguen a Kant, la iniciativa de que aquel absoluto, aquel ser absoluto, que han tomado como punto de inicio, es de índole  O sea, que dichos 3 enormes pensadores piensan y conciben aquel absoluto, bajo una u otra especie, sin embargo constantemente bajo una especie espiritual; ninguno de ellos lo concibe bajo una especie material; ninguno de ellos lo concibe materialísticamente. En tercer sitio, los 3 piensan además que aquel absoluto, que es de carácter y de con- sistencia espiritual, se afirma, se fenomenaliza, se expande en la época y en el espacio, se explicita lentamente en una secuencia de trámites, sistemáticamente enlazados; debido a lo cual aquel absoluto, que tomado en su integridad es eterno, fuera del tiempo, fuera del espacio, y constituye la esencia misma del ser, se tiende –por decirlo así– en la era y en el espacio. intemporal, la esencia de dicha incondicionalidad; y luego de esta operación de intuición intelectual, que capta y aprehende lo cual el absoluto es, viene una operación discursiva, sistemática y deductiva, que se basa en explicitar, a los ojos del lector, los diferentes trámites por medio de los cuales aquel absoluto temporal y eterno se declara sucesivamente en maneras algunas y distintas en el planeta, en la naturaleza, en la historia.

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