Letras Prohibidas

Letras prohibidas.

Letras prohibidas fue una película muy interesante por todo el contexto en que se maneja, los pensamientos con grandes tabús de los diferentes estatus sociales ya que unos disfrutaban las emociones que les provocaba leer las páginas del Sade, y para otros, faltaba poco para ser sinónimo de pecado mortal.

Es interesante el potencial que tenía ese hombre para encontrar las palabras precisas con las que necesitaba expresar sus emociones y deseos carnales; pero lo más impactante para mí fue, la manera que tenía de que no se escuchara un texto varil, al contrario, llamaba a las cosas por su nombre y con su forma de redactar hacía sonar todo aquello como poesía.

Viendo este tema desde otra perspectiva, como se comentaba en clase, es impresionante el proceso de comunicación que se realizó con el fin de hacer que llegara a las manos del proletariado el mensaje, sexual y deseoso, de las historias escritas por el marqués, quien fungía como el emisor, la mujer que le atendía era el canal y el medio el hombre que recogía los escritos, los receptores era todo el pueblo, hasta el mismo Napoleón.

Fue por ello que el rey, buscaba acallar todo aquel pensamiento de lujuria que pudiera hacer de sus gobernados unas personas sádicas como el marqués, quien prácticamente era como un veneno para la tierra francesa.

La espiral del silencio creo yo que es la teoría que queda a la perfección con este caso, pues debió haber algún primero que compró los escritos del marqués y pensó “esto es muy bueno, que el mundo lo conozca”, cuando lo iban leyendo lo iban recomendando y es por eso que para su siguiente publicación todos estaban al pendiente de su llegada.

Después cuando Napoleón mando a vigilar al marqués y a prohibir sus publicaciones, la sociedad seguramente comenzó a retraer todos sus comentarios sobre las historias por el temor de que tuvieran represalias al ver que esto se tornó sinónimo del mal a ojos del emperador.

En esta teoría aplican el : “Si el primer hombre dice que está bien, yo diré que está bien, y si dice que está mal, entonces yo también tendré que decir que está mal, pero no seré el primer hombre”.

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