Leyes De Santo Tomas De Aquino
Enviado por Nathiro15 • 14 de Abril de 2013 • 446 Palabras (2 Páginas) • 1.070 Visitas
LA LEY NATURAL Y EL ORDEN DEL UNIVERSO
. La ley natural que debe guiar la conducta humana refleja también el orden general que existe en el universo. Santo Tomás atribuye a Dios la causa de que exista un orden semejante, y a esto le llama ley eterna -tomado de S. Agustín y Heráclito-.
. La ley eterna es «la razón de la sabiduría divina en tanto que rectora de todos los actos y movimientos». Pero mientras esta ley eterna se concreta en leyes físicas y mecanicistas para los objetos y seres del universo, en el caso del ser humano deja espacio para que actúe libremente con la ayuda de su razón. Por tanto, no son las leyes físicas sino la ley moral libremente asumida lo que guía la conducta del ser humano racional y libre. La ley natural no sería más que un reflejo de una ley eterna más amplia [fundamentos teológico-religiosos del sistema tomista].
La Ley de Santo Tomás de Aquino.
En el terreno jurídico, el Santo de Aquino expresa que el hombre es dirigido a su fin por la Ley, la cual es "una ordenación de la razón, dirigida al Bien Común, promulgada por quien tiene a su cargo el cuidado de la comunidad". Afirma que el Derecho Natural es una parte de la Ley Natural; justifica al Estado como consecuencia de la naturaleza sociable del hombre y señala a la comunidad como sujeto y titular del poder público.
Por todo lo anterior y por la trascendencia que ha tenido en el pensamiento occidental, podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que Santo Tomás de Aquino es una de las mentes más lúcidas, geniales y brillantes, por no decir la más, de toda la historia de la humanidad. Por eso, no es arriesgado proponer a este genial santo como el hombre del milenio.
En toda comunidad de seres libres que tienen dominio sobre sus actos, es necesaria la existencia de una norma que indique en que sentido debe orientarse esa actividad libre, de modo tal de indicar el sentido que se necesita para alcanzar la finalidad para la cual esos individuos han decidido vivir en comunidad. Ahora bien, este primer argumento viene a comprobar una vez más la existencia patente y potencia del alma racional como lo es la libertad humana y la capacidad del hombre de elegir libremente entre las posibilidades que conoce y desea, sin estar determinado por ninguna. Justamente porque el hombre es libre y puede incluso elegir una alternativa que no se oriente al bien personal o al bien común de la sociedad política, es que debe existir este marco regulatorio que emane de la razón y se oriente al bien común al que llamamos ley.
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