Literatura Griega
Enviado por yosnano • 18 de Enero de 2014 • 1.971 Palabras (8 Páginas) • 348 Visitas
LITERATRUA GRIEGA
LA ILÍADA
Proporciona un cuadro general de la guerra de Troya, el centro de la acción es la cólera de Aquiles, debido al agravio de Agamenón. El retiro del héroe traslada todo el peso de la lucha a otros héroes, entre ellos, Patroclo. El relato ofrece dos historias paralelas: el conflicto personal entre dos jefes y, como fondo, el prolongado sitio de Troya. Los sucesos van del 9° al 10° año de asedio. El núcleo de los sucesos narrados abarca un espacio de cuatro días.
El temperamento de Aquiles surge trazado con perfiles netos. Es el prototipo de la figura que luego adoptarán los trágicos ya que presenta las virtudes heroicas en su plenitud pero destinadas a un desenlace infortunado por obra de cierto exceso, en este caso la ira y la arrogancia, que ha de engendrar desgracias irreparables.
Desarrollo de la historia: en el Canto II el catálogo de las naves griegas y la medición de las fuerzas troyanas; en el III Helena y Príamo contemplan a los jefes aqueos desde los muros troyanos y el duelo de Menelao y Paris; en el VI la despedida de Héctor y su esposa; en el XVIII la preparación de las armas de Aquiles; en el XXII la muerte de Héctor; en el XXIII los funerales de Patroclo.
LA ODISEA
El clima de la Ilíada es el de una saga en tanto que la Odisea responde en mayor medida al cuento popular o de hadas.
Odiseo es la figura sobrehumana, el hombre habilidoso y astuto. Posee ingenio y labia. A veces se muestra un tanto aventurado e imprudente pero nunca desafía vanamente a los dioses y no comete el grave error que conduce a la destrucción de sus compañeros cuando diezman el rebaño divino.
La acción de Odiseo está dominada por tres aspectos principales: el viaje de regreso del protagonista, quien logra vencer toda especie de peripecias; la navegación de Telémaco en busca de su padre, y la paciente espera de Penélope.
Los sucesos narrados transcurren diez años después de la caída de Troya, cuando ya todos los jefes griegos han retornado o han muerto y sólo Odiseo se ha demorado, retenido por la ninfa Calipso. Los acontecimientos del poema abarcan las últimas seis semanas de la accidentada travesía.
De la lectura de ambos poemas es posible extraer una imagen bastante concreta de la vida en la Grecia evocada por Homero.
El poder se halla en manos de ciertas familias aristocráticas que se consideran descendientes de dioses o héroes. El gobierno lo ejerce un soberano, cuya autoridad puede ser desbaratada por quien se muestre más hábil o fuerte.
Además del sector aristocrático y del grupo formado por las “profesiones liberales” (juglares, adivinos, médicos y heraldos), la sociedad se compone de terratenientes, siervos, artesanos, peones y esclavos. El número de estos últimos es limitado; en general, gozan de condiciones relativamente aceptables; menos favorecida es la situación de los peones, que carecen de estabilidad y al perder el trabajo se ven convertidos en mendigos.
La economía tiene un inequívoco fundamento agrícola- ganadero, y el valor de las transacciones se estima sobre la base del precio de los bueyes.
Hay uso de metales en la fabricación de utensilios, y se observa cierto grado de intercambio comercial organizado.
Sin distinción social, todos los individuos desempeñan tareas utilitarias y productivas, que parecen apuntar al autoabastecimiento y la manufactura doméstica.
Hay abundantes festejos, comidas con acompañamiento de aedos, competencias deportivas y danzas.
Las mujeres suelen gozar de una proporción comparativamente elevada de independencia, que habría de extinguirse casi por completa en la época histórica.
En la antigüedad, Homero gozó de un prestigio indiscutido. Aristóteles lo tomó como ejemplo de alta seriedad poética, de perfecta armonía entre pensamiento y lenguaje, de adecuada impersonalidad en el manejo de las situaciones narrativas.
LA ARETÉ
La educación en los pueblos griegos se hallaba reservada sólo para una clase social: la de los nobles.
Existía un tipo ideal claramente determinado: el kalos- kagathós. Este término proviene de dos palabras: la primera significa belleza y la segunda, bondad. Consistía, en la unión de ambas virtudes.
Este ideal de la época clásica se corresponde con la areté, ideal caballeresco de la época de Homero, que intenta destacar las virtudes de los nobles frente a los nuevos grupos sociales que buscaban el poder (representados por los Pretendientes).
Este concepto es usado con frecuencia por Homero, no solo para designar la excelencia humana, sino también la superioridad de seres no humanos: la fuerza de los dioses o es valor y la rapidez de los caballos nobles. El hombre ordinario, en cambio, no tiene areté y si el esclavo procede de una raza de alta estirpe, le quita Zeus la mitad de su areté.
La raíz de la palabra, ar, significa ajustar, adaptar perfectamente. La areté es, lo que se adapta, lo que se ajusta perfectamente a lo que debe ser. Proviene también de la palabra áristos, superlativo de distinguido y electo.
El que posee areté es físicamente armonioso, diestro en el manejo de las armas, de los carros de guerra, experto en los ejercicios caballerescos, bello en el dominio de su cuerpo, en la plasticidad y armonía de sus movimientos.
El que posee areté es psíquicamente armonioso, bueno en los sentimientos, con profundo sentido del deber, hábil para hablar y para discutir, para dialogar en los banquetes, para tocar un instrumento musical, bailar y contar, es refinadamente cortés aún en la guerra.
El héroe arquetípico de Homero es Aquiles. Tiene cualidades humanas enaltecidas al grado de perfección: era el más bello, valiente y joven de los aqueos. No conoce el miedo y es invulnerable físicamente. Es vulnerado por la pasión y el odio que lo endurecen y paralizan. Tiene que luchar para someter su orgullo herido a los consejos y advertencias de los dioses. Sacrifica su vida para vengar al amigo muerto, Patroclo.
En la Odisea, el héroe, Ulises, posee valor, prudencia y astucia.
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