Lo Bello Y Lo Sublime Según Kant

En el presente ensayo se analizará lo bello y lo sublime de acuerdo a las ideas de Immanuel Kant presentadas en el ensayo “Observaciones sobre el sentimiento de lo bello y lo sublime” publicado en 1764. En este ensayo describe tales percepciones y las divide en cuatro partes, según el sentimiento y el objeto en que este recae.

En el primer capítulo, Kant hace diferenciaciones metafóricas de lo sublime y lo bello. Primero que nada, para que algo pueda ser sublime, tiene que primero ser bello. Hace una referencia sobre el día y la noche(Kant, 1764); compara lo sublime con la noche probablemente porque la noche resulta más mágica o misteriosa que el día, el cual es mucho más obvio y evidente por decirlo así, posiblemente por la claridad de la luz, o sea que lo sublime va más allá.

Lo sublime provoca sentimientos que pueden ser enternecedores o terroríficos, y lo bello es simplemente bonito o agradable pero evidente, lo sublime es una reacción que se presenta en el interior de cada individuo, y no se presenta de igual manera en todas las personas.

En el segundo apartado, habla de lo sublime como una virtud que se da dependiendo del temperamento del hombre. Kant ve como esencial, el dominio de las pasiones en nombre de principios como algo sublime. En las cualidades morales solamente existe lo sublime cuando hay una virtud verdadera; esto es más o menos como el acto desinteresado por el bien común, aunque a veces se requiere de una cabeza fría para lograr un bienestar general, que el de cada ser humano por separado, dice que si fuera lo contrario, uno se la pasaría llorando y sin hacer nada.

También hace referencia a los temperamentos o géneros del hombre, dice que el flemático carece de sentimiento sublime por apático y lento. El carácter melancólico es el que más se identifica con lo sublime, porque usualmente se trata de una persona pasional, que busca el honor y desinteresado por la aceptación popular, aunque a veces raya en lo chiflado porque idealiza mucho sus principios y casi nadie lo entiende.

El carácter sanguíneo en cambio se inclina más hacia lo bello porque es un poco más superficial en su carácter, le gusta estar o feliz o enojado, no se interesa mucho en profundizar en nada, no es bueno ni malo, no es hipócrita pero tampoco se interesa por los problemas ajenos, es un poco vicioso y le gustan los excesos; puede caer en lo frívolo o infantil. Y por último, el colérico, que cae en lo sublime pero a diferencia del melancólico éste raya en lo magnífico porque digamos que llega a ser violento.

En la tercera parte, se habla sobre la diferencia entre lo sublime y lo bello en relación con ambos sexos. En este apartado Kant describe a la mujer como bella por naturaleza y dice que la mujer para ser bella debe ser delicada. Además otorga al hombre la categoría de sublime por la inteligencia, a la que llama inteligencia profunda. Algo que llama la atención

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