Lo racional y lo razonable

La razón.

Basado en el artículo de Fernando Savater “Lo racional y lo razonable”.

Observando detenidamente las ideas de James Watson, y realizando un repetido análisis de las mismas, pongo en duda la razonabilidad de sus argumentos sobre la inferioridad intelectual de las personas de raza negra. En las ideas plasmadas por el autor, expresa una ideología carente de racionabilidad, ignorando factores objetivos como los hábitos culturales y antropológicos de la raza africana y basándose únicamente en su perspectiva personal; lo cito textualmente: - “Todo el que ha tenido un criado negro se da cuenta de que son intelectualmente inferiores”.

Dada la discriminante exposición de ideas antes mencionadas, Watson ha ganado numerosas críticas negativas que resaltan la decadente inteligencia del mismo y la evidente inexactitud de sus datos sobre el tema en cuestión. Si se demostrase que la raza negra es inferior intelectualmente, se estaría justificando la falta de solidaridad ante la causa de su desarrollo y con ello, se estarían apoyando ideologías obsoletas nada dignas de pertenecer a nuestra época moderna.

Se hace hincapié también en que las ideas de James Watson no lo vuelven una mala persona, simplemente carece de una racionalidad pobre. Aclarando que por muy brillante que se pueda lograr ser en diferentes campos, tener un uso errado de la razón no nos remota a menos que la ignorancia.

Dicho relato dicta que hay algunas ideologías retrógradas que buscan convencernos de lo inútil que es la indignación moral o incluso la misma inteligencia ante prácticas bélicas e injustas para la sociedad como la violencia o la agresión puesto que, según la psicología evolutiva, fueron estrategias útiles a la especie adquiridas definitivamente en la Edad de Piedra.

Ante esto, la actividad religiosa nos ofrece la exclusividad moral del fundamento sagrado, un estado de conciencia único que no se puede hallar en ninguna otra ideología. Proponiendo la aceptación de una “ley natural” de origen divino, en contraste a quienes nos anteponen la concepción de una “ley natural” evolutiva.

Los avances de la psicología evolutiva, la neurología y la antropología nos son de mucha ayuda para mejorar nuestra comprensión de la conducta humana, pero no pueden sustituir la reflexión ética sobre valores e ideales. Lo que realmente nos importa no es considerar las estrategias evolutivas que nos ayudaron a sobrevivir durante la Edad de Piedra sino identificar y ejercer aquellas que nos dieron paso a salir de ella.

En conclusión, quiero destacar la importancia de identificar la diferencia entre lo racional y lo razonable; tomando en cuenta que lo racional consta de conocer las cosas para saber cómo podemos tratar mejor con ellas. Y por su parte, lo razonable busca la interacción con los sujetos para definir juntos el modo más factible para conseguir la armoniosa convivencia.

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