Los diálogos de Platón en la apología de Sócrates

A medida que nos aventuramos dentro de los diálogos de Platón en la apología de Sócrates nos damos cuenta principalmente la gran coherencia que presenta la defensa, empieza como una verdad en la que el acusado tiene todo de una manera muy clara y real, esta se ve cambiada por motivos de conveniencia, que se podrían resaltar como personales por los acusadores.

Sócrates ha vivido su vida en torno de despertar de un largo sueño a los habitantes de Atenas reconociendo que el esfuerzo por crear conciencia es la verdadera riqueza siendo que esta enriquece el alma, mientras las riquezas materiales no complementan todo lo que abarca al ser humano.

Es necesario hacer hincapié en el punto de vista que los tamaños de la sabiduría son enormes, durante esta parte del discurso presentado por Sócrates enfatiza en que su discurso no estaba premeditado, su defensa está basada en la verdad del caso por lo tanto no hay motivos por los cuales forzar dicha defensa.

A medida que abarca temas como el conocimiento (sabiduría) nos da una idea clara de que el poder humano de aprender se encuentra limitado por diversos factores lejanos a su alcance que por mas sea el esfuerzo siempre encontrara algo nuevo y desconocido por descubrir, por eso da la razón al oráculo el cual explica que él es el hombre más sabio de mundo en dicha época, el continúa confirmándolo por medio de sus preguntas a aquellos hombres que son considerados como sabios siendo que estos consideran que en su área de empeño ya albergan dentro de si toda la sabiduría posible.

Encontramos que la sabiduría consiste en conocer que es lo que se desconoce generando que la plenitud del conocimiento es inalcanzable para los seres humanos, siendo el mayor grado de la sabiduría propiedad exclusiva de la divinidad.

Sócrates califica de mal intencionada la actitud que Melito debido a las justificaciones tan blandas que el realiza en sus ataques contra Sócrates, el cual demostró que un hombre honrado no le teme a perder la vida, debido a que sus intenciones son nobles. Nos muestra la muerte de una manera diferente dejando de ver que esta es el siguiente paso después de la vida.

Que no hay que temerle a lo desconocido debido a que aún hay algo por descubrir, a lo que se le debe huir es a lo que conocemos con certeza puede perjudicar nuestras virtudes.

Dice que el perder la esperanza aún después de la tumba es algo ilógico, puesto que no hay algo que pueda ser malo para el ser humano de bien por su puesto; que en vida o muerte.

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